El feminismo es una tarea de igualdad y el machismo una teoría de la inferioridad, no sólo no es lo mismo que el machismo, si no que no tienen nada que ver, sostiene la escritora y comunicóloga feminista, Nuria Varela en su texto Feminismo para principiantes.
El feminismo se construye a partir del principio de igualdad: todas las ciudadanas y ciudadanos son libres e iguales ante la ley, «es una teoría y práctica política que se basa en la justicia y propugna, como idea base sobre la que se cimienta todo su desarrollo posterior, que mujeres y hombres somos iguales en derechos y libertades», explica.
En tanto, el machismo, dice, «consiste en la discriminación basada en la creencia de que los hombres son superiores a las mujeres».
De acuerdo a la época o a la imaginación del machista, los argumentos son distintos, pero el caso es promover y llevar a cabo que los hombres tienen una serie de derechos y privilegios que no comparten con las mujeres y para ello utilizan todos los medios a su alcance, incluida la violencia si es necesario.
Una vez desarrollado el feminismo y nombrado como privilegio a lo que hasta entonces se había considerado como natural, fue necesario equiparar ambas teorías, como si fueran éticamente iguales.
Algo así como decir que el racismo y la lucha contra el racismo son lo mismo. Es una estructura mental del patriarcado «o estás conmigo o estás contra mí».
El feminismo nunca ha pretendido la construcción de dos mundos separados, uno varonil y otro de mujeres, si no cambiar y mejorar el que hay.
No busca propiciar o fomentar una guerra entre los sexos si no igualdad entre mujeres y hombres.
Mientras las relaciones de poder y autoridad entre mujeres y hombres se consideren una guerra, no habrá nada que cuestionar ni analizar, simplemente defenderse o atacarse.
Otro aspecto relevante, que menciona la autora es que nadie en ninguna parte del mundo a lo largo de la historia ha asesinado en nombre del feminismo, sin embargo el machismo ha matado a millones de mujeres, que hoy deberían estar vivas.
Si existe alguna guerra no es entre los sexos, sino contra las mujeres. La lucha feminista no es contra los hombres si no por el respeto a sus derechos humanos fundamentales.
En México, la organización de las mujeres en defensa de su derecho a la ciudadanía y el de sus derechos sexuales y reproductivos inició a principios del siglo XIX, con la celebración del primer Congreso Nacional Feminista en 1923.
Más tarde, en 1935, se formó el Frente Único Pro Derechos de la Mujer integrado por comunistas, profesionistas, feministas, analfabetas, masonas y católicas, quienes dejaron de lado sus diferencias ideológicas para unirse y exigir el derecho al voto.
08/GCJ/CV