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Hace 3 años murió Beatriz de la Fuente, experta en arte prehispánico

Por Rosalina Nicolat

Hoy se cumplen tres años del fallecimiento de la destacada académica Beatriz Martínez de la Fuente, mejor conocida como Beatriz de la Fuente, experta en arte prehispánico, particularmente en escultura monumental mesoamericana.

La doctora De la Fuente nació en la Ciudad de México el 6 de febrero de 1929 y murió un día como hoy pero de 2005. Estudió la licenciatura en Historia y su maestría y doctorado en Historia del Arte en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Todos los grandes personajes de la cultura que la rodearon, durante su larga y fructífera trayectoria académica, coinciden en la opinión de que era una persona sencilla, generosa, formadora de un grupo de especialistas en su área de interés: la escultura monumental prehispánica.

Al morir, dirigía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM el Seminario de la Pintura mural prehispánica. Asimismo dejó inconclusa la dirección de varias tesis universitarias.

Dedicó toda su vida al estudio de las culturas prehispánicas, en especial a la escultura monumental. Y no la estudió únicamente como vestigio histórico, sino como obra artística. Ella consideraba que saber valorar el arte prehispánico nos hace un pueblo más fuerte y con una identidad más sólida.

Beatriz de la Fuente fue una mujer polifacética. Fue maestra de la Universidad Iberoamericana y de la UNAM y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia en México. Como profesora visitante asistió a diversas universidades de Estados Unidos, de Latinoamérica y Europa.

Escribió más de 200 artículos dedicados al arte prehispánico mesoamericano, el tema de estudio de toda su vida. Muchos de estos artículos fueron traducidos a varios idiomas: francés, inglés y alemán, entre otros.

Asistió a un gran número de congresos nacionales e internacionales, hablando siempre de la importancia del arte prehispánico mesoamericano.

En la UNAM, además de profesora, tuvo diversos cargos académico-administrativos: fue directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de 1980-1986; fue integrante de la Junta de Gobierno, durante el rectorado del doctor Guillermo Soberón Acevedo.

Se hizo acreedora al Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Humanidades, en 1992. Le fue otorgada la Medalla de Honor Belisario Domínguez del Senado de la República.

Escribió una docena de libros, entre los que destacan: Escultura monumental Olmeca, Escultura de Palenque, Escultura en piedra de Tula, Los hombres de piedra, El hombre en la plástica maya y Peldaños en la conciencia.

Cuando se realizaron los trabajos de exploración del Templo Mayor de Tenochtitlan, la maestra De la Fuente se ocupó de las reminiscencias de la cultura Tolteca entre los aztecas y escribió un artículo para Artes de México: «Retorno al pasado tolteca».

El escritor Alberto Ruy Sánchez presentó así el trabajo de la maestra: Beatriz de la Fuente, quien hace poco obtuvo el Premio Nacional por su notable trayectoria de investigadora y difusora de nuestro arte antiguo, analiza detenidamente el resurgimiento de lo tolteca en las obras escultóricas de los aztecas. Ella confronta con rigor la historia y la leyenda a los objetos de piedra y, en esa conjunción, hace surgir ante nosotros nuevos conocimientos, nuevas soluciones a los misterios de las piedras.

En un artículo titulado «El humanismo y el arte» señala la maestra:
El hombre es la medida de todas las cosas; pero el hombre no sólo se considera como individuo aislado, sino en su acción comunitaria y social; en su capacidad creadora de las más altas expresiones del arte y de la poesía; en su necesidad innata de establecer orden para sí mismo y para el mundo que lo rodea, y en su obligación de conocer el pasado a fin de afirmarse en el presente y prever el porvenir.

ACADEMIA Y FAMILIA

La doctora Beatriz de la Fuente formó parte de una familia muy importante en los terrenos de la cultura y la ciencia mexicana. Ella fue una de las historiadoras más importantes de este país, con licenciatura, maestría y doctorado en Historia del Arte en México.

Su esposo, el doctor Ramón de la Fuente Muñiz, pilar de la medicina y la psiquiatría en México, fue creador del Instituto Nacional de Psiquiatría, que hoy lleva su nombre. Y ambos, padres del también médico y exrector de la UNAM.

Su hijo, Juan Ramón de la Fuente Martínez, fue director de la Facultad de Medicina y rector de la UNAM.

Los tres fueron distinguidos como profesores eméritos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La maestra De la Fuente fue la primera y hasta ahora única mujer integrante de El Colegio Nacional. Su ingreso a dicha institución fue el 7 de mayo de 1985, con una ponencia titulada El arte prehispánico y la educación.

En su discurso de ingreso a El Colegio Nacional mencionó que tenemos que revalorar la cultura prehispánica, pues no hemos integrado todavía nuestras raíces en una conciencia nacional. No hacerlo nos hace vulnerables a las presiones y atracciones de culturas ajenas y poderosas.

El peligro –advirtió entonces– es que, por su acción persistente, estas influencias, sutiles y eficaces, cambien progresivamente nuestra lengua, nuestras preferencias, los valores de nuestra cultura en forma irreparable. Lo que nos une y nos integra no es sólo el idioma, la geografía, y la historia; también nos congregan la estimación de nuestro legado artístico y el reconocimiento de nuestra originalidad; éstos pueden fortalecer nuestro sentido histórico y ayudarnos a afirmar nuestra identidad como país.

La maestra María Teresa Uriarte, en su calidad de directora del Instituto de Investigaciones Estéticas dijo de la maestra De la Fuente: «Tuvo la virtud de despertar, a través de sus estudios, el orgullo inmenso de pertenecer a un pueblo con raíces milenarias, con historia, con tradiciones, con pasado de grandeza».

En abril de 2005, fue presentado el libro Acercarse y mirar, integrado por más de 20 textos de especialistas, en homenaje a la doctora De la Fuente, en una ceremonia celebrada en el salón El Generalito, del Colegio de San Ildefonso.

En Los hombres de piedra, la autora señala la importancia que tiene para las y los mexicanos la escultura prehispánica, en este caso la Olmeca: «Las grandes esculturas en piedra de los olmecas, son la evidencia más remota de la creatividad de los antiguos habitantes de la América media. Me interesa estudiarlas como obras de arte que comunican vivencias sensoriales por medio de la expresividad de sus formas, y experiencias intelectuales a través de los profundos contenidos que tales forman encierran».

PREMIO POST MORTEM

La maestra Beatriz de la Fuente se hizo acreedora a un reconocimiento post-mortem otorgado por la Universidad de Harvard de Estados Unidos: el Premio Tatiana Proskouriakoff, del Pea Body Museum of Archaeology and Ethnology of the University of Harvard.

Es la primera mexicana reconocida con ese galardón otorgado a los más prominentes estudiosos de las culturas mesoamericanas, y que lleva el nombre de la investigadora rusa pionera en el estudio de la epigrafía maya.

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