El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) demandó a todas las partes que intervienen en los conflictos armados alrededor del mundo que terminen con el uso de la violencia sexual en contra de las mujeres y las niñas en sus tácticas de guerra y que tomen acciones más fuertes para protegerlas.
Lo anterior fue una resolución adoptada por unanimidad, después de un día completo de debate sobre la Reunión Especial Mujeres, Paz y Seguridad, señala el comunicado de la ONU.
Integrantes del Consejo dijeron que las mujeres y las niñas son constantemente blanco en los conflictos, «una táctica de guerra humillante, dominante y de miedo». El efecto es prolongado, exacerba las condiciones de seguridad y humanitarias, prácticamente cuando los perpetradores de los crímenes violentos en contra de las mujeres no son castigados por esas acciones.
La resolución demanda que «todos los participantes de manera inmediata detengan la violencia sexual contra los civiles y tomen medidas, desde el entrenamiento de sus tropas y procedimientos de disciplinas militares, para proteger a las mujeres y niñas».
Los crímenes de violencia sexual deben ser excluidos de amnistías al final de los conflictos, añadieron las y los integrantes del Consejo e hicieron al mismo tiempo un llamado a los Estados para fortalecer sus sistemas judiciales y sus sistemas de salud para proveer una mejor asistencia a las víctimas de violencia.
La resolución fue adoptada después de que una docena de participantes dijeron al Consejo lo que sucede y los efectos de la violencia sexual durante los conflictos armados.
Al respecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el problema ha alcanzado «innombrables y pandémicas proporciones» en algunos países. Ban Ki-moon dijo que pronto lo atraerá totalmente a la ONU, para terminar con la violencia en contra de las mujeres.
En la apertura de ayer, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice, dijo que la verdadera prueba de voluntad de la comunidad internacional es dar protección a los más vulnerables. «Cuando una mujer o una niña es violada, nosotros no debemos guardar silencio… debemos de ser sus defensores», afirmó Rice. «La violación es un delito que no puede ser perdonado jamás», enfatizó.
Rice, cuyo país preside el Consejo de Seguridad durante este mes, convocó a esta Sesión especial para discutir la situación de las mujeres en los conflictos armados y el uso de la violación como arma de guerra. Subrayó que la violencia sexual no sólo es una cuestión de seguridad sino que afecta el desarrollo económico y la estabilidad social de los países.
Ban Ki-moon, por su parte, reiteró su posición de terminar con la «guerra del silencio» de la violencia sexual en contra de las mujeres y niñas. «Se combatirá», subrayó. Asimismo, recordó su compromiso con la política de tolerancia cero de Naciones Unidas en materia de abusos o explotación sexual. Esto significa cero complacencia, cero impunidad, dijo.
«Fortaleceré el actual Código de conducta llevando a cabo normas de disciplina más estrictas, de manera que no sólo el individuo implicado, sino también sus supervisores sean imputables en un sistema colectivo de responsabilidad», recalcó. Si fomentamos una cultura que castigue la violencia y eleve a las mujeres al sitio que les corresponde, sentaremos las bases de sociedades estables donde las mujeres no sean víctimas de la violencia y la guerra, sino agentes de la paz, concluyó Ban Ki-moon.
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