Niñas, niños y adolescentes gastan 20 mil millones de pesos anualmente en alimentos chatarra dentro de las cooperativas escolares, denunció Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, durante el foro «El impacto de la publicidad televisiva sobre la salud de los niños», realizado ayer en el Club de Periodistas de México.
El investigador señaló que el 97 por ciento es destinado a dulces, frituras y antojos, y tan sólo 3 por ciento a comida saludable como frutas y ensaladas. «Hay un disparo brutal de obesidad en la edad escolar, porque las niñas y los niños empiezan a acceder a los alimentos, cuando expresan preferencias y toman actitudes activas», indicó.
Durante el foro Fernando García Sais, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y exdirector de publicidad en Profeco, dijo que falta «mayor educación en la familia», y que si bien la publicidad comercial no tiene la obligación de educar a la población infantil, no debe entrar en conflicto con la educación que reciben los menores de edad en la escuela, sino tener una posición conciliadora con ella.
«Urge una más rápida actuación de las autoridades encargadas de sancionar las prácticas publicitarias desleales», destacó García.
Por su parte, Ávila aseveró que actualmente el 60 por ciento de adultos mayores de 40 años fueron niñas y niños desnutridos, y que los adultos analfabetas tienen 3 veces mayor probabilidad de desarrollar diabetes mellitus, asociada a obesidad, que la población con mayor grado de escolaridad.
Según la Encuesta Nacional de Nutrición 1 de cada 4 niñas y niños de entres cinco y once años padece sobrepeso y obesidad en México. Además se han encontrado menores de edad con diabetes tipo 2, que la padecían sólo adultos; con hipertensión y con hiperactividad, aseguró Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.
De acuerdo con el Poder del Consumidor, México emite la mayor cantidad de anuncios televisivos por hora de alimentos y bebidas no recomendables, dirigidos a niñas y niños en horarios infantiles.
CRISIS ALIMENTARIA Y DESNUTRICIÓN
Paralela a la obesidad infantil, la crisis alimentaria tendrá impacto en los índices de desnutrición en niñas, niños y adolescentes mexicanos, «podríamos ver imágenes como las de África, sobre todo en las comunidades más marginadas del país», advirtió Gerardo Sauri, director de la Red por los Derechos de la Infancia.
Sauri señaló que con la desnutrición se viola el principio del interés superior del niño establecido en la Convención de los Derechos del Niño y en la Ley de Protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
«Dicho principio establece la obligación de priorizar los intereses de la infancia ante cualquier otro interés, y aquí se superponen los de la industria, de las agencias de publicidad y las ganancias de los medios de comunicación», puntualizó el especialista.
Los problemas alimenticios actuales son producto de la carencia de políticas públicas, pues el Estado mexicano no ha atendido las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño en la materia, no ha creado las instancias para defender a la infancia.
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