Ella es Oby Nwankwo, fundadora y directora ejecutiva del Centro de Desarrollo de Recursos Civiles y de Documentación (CIRDDOC, por sus siglas en inglés), quien trabaja por la justicia y la equidad de las mujeres, sea ante la Corte Penal Internacional o en la XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA.
Es su primera visita a México, luego de una trayectoria de 27 años como abogada, de los que fue, durante 23 años, magistrada en jefe en la provincia de Alambra, al sur de Nigeria y 12 años al frente de este proyecto que tiene como reto impulsar la equidad de género en un país con tres sistemas judiciales distintos.
En entrevista con Cimacnoticias explicó que las y los funcionarios, tanto de salud como en el sistema judicial, no han mirado claramente los impactos negativos de la intersección entre la violencia hacia las mujeres y el VIH en dos estados del sur: Ebonyi y Cross River, donde inició un proyecto apoyado por el Fondo de Naciones Unidas contra la Violencia hacia la Mujer.
Oby Nwankwo también trabaja para que las mujeres conozcan el complicado sistema legal, así como las leyes que las protegen, pero que desconocen en la nación petrolera africana que enfrenta una situación compleja al tener como fronteras un norte islámico más conservador y un sur primordialmente cristiano, que no pudieron separarse por una cruenta guerra civil; con 140 millones de habitantes y 250 lenguas distintas.
Las leyes para proteger a las mujeres, sin embargo, están allí, como es la recientemente aprobada ley que penaliza las prácticas dañinas hacia las nigerianas: prohíbe la circunsición femenina y cualquier forma de discriminación, en concreto, hacia las viudas y las propiedades que heredan.
Oby Nwagwankwo ha sido congruente, por lo que también dio su batalla personal cuando enviudo «hace algunos años. Se espera que las mujeres cuando enviudan pasen por una serie de ritos, como raparse. Yo no lo hice cuando murió mi marido… y aún no resuelvo la diferencia con su familia».
Las viudas que viven con VIH son un ejemplo vivo de la intersección entre violencia y SIDA. Tradicionalmente es difícil que reclamen herencia pero es aún más difícil que revelen su estatus de positividad, puesto que serán culpadas y, como también en México, estigmatizadas y agredidas.
Entre los principales proyectos del Centro está dar a conocer las leyes existentes y los recursos a los que una mujer puede apelar en busca de justicia. Entre ellos los diversos tipos de matrimonio.
«Está el matrimonio de acuerdo a la ley común, el sistema inglés donde las mujeres pueden heredar, pedir el divorcio y la custodia de las hijas e hijos. Tenemos también el matrimonio por usos tradicionales, que es potencialmente poligámico, no da derecho a heredar o la custodia y es el peor para la mujer. Tenemos también la ley islámica, que parecería la más conservadora, pero en cuanto a las mujeres establece un porcentaje que las mujeres solteras pueden heredar, aunque sea menor que sus hermanos», explica
Así que para casarse, ella recomienda a las mujeres que se casen primero por usos tradicionales, para complacer a las familias y, acto seguido, busquen la protección de lo que sería el matrimonio civil.
En su blog se define como especialista en género y gobernanza, defensora de derechos humanos, activista anticorrupción y es especialista en evaluación y monitoreo de proyectos.
Es consultora para todas las mayores organizaciones internacionales e integrante de los comités directivos, entre ellos el Fondo Global de Mujeres, con sede en San Francisco y del comité organizador de la Coalición por la Corte Penal Internacional.
En su tiempo libre, agrega, pertenece a organizaciones profesionales y religiosas. Y escribe libros sobre derechos de las mujeres y democracia, entre otros temas.
08/MR/LG/CV