«Las mujeres que viven con VIH necesitan políticas de Estado, no políticas de gobierno, que estén en sintonía con sus necesidades» para mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva, y que estos sean «amigables», declaró ayer Patricia Pérez directiva de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH (ICW).
En conferencia de prensa con la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género –en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA que se realiza en la Ciudad de México– Patricia Pérez consideró que aun cuando la región Latinoamericana tiene sus matices en el acceso a los tratamientos médicos de las personas que viven con VIH o con SIDA, hay un avance en relación a los años anteriores.
Queremos que el acceso a los medicamentos retrovirales sea para todas las personas, porque en muchos lugares están faltando, que estos tengan precios más accesibles y sean de calidad comprobada, dijo.
SERVICIOS DE SALUD Y DISCRIMINACIÓN
Sobre los servicios de salud para las mujeres, no sólo para aquellas que viven con VIH, señaló que se dan en ellos situaciones de discriminación pues se viola su derecho a la intimidad sobre su estatus serológico.
Esto tiene que ver con la falta de una política de Estado para que los servicios de salud sean «amigables», para que se conviertan en «una puerta» en la que las mujeres puedan ingresar y canalizar todas sus inquietudes, dijo la representante de la ICW, de origen chileno.
Hoy, dijo como ejemplo, voy al ginecólogo, a un hospital o centro de salud de cualquier país, y seguramente me tengo que levantar a las cinco de la mañana para hacer fila y puede ser que no alcance un lugar. Si obtengo una consulta soy sujeta a una revisión ginecológica en un lugar que no tiene intimidad, aguantando que alguien diga o hablé por detrás sobre el VIH, lo cual genera una situación de discriminación.
A 25 años de iniciada la epidemia, recordó la activista, en muchos lugares todavía las personas se mueren como consecuencia del SIDA y muchas mujeres no pueden decidir sobre el número de hijas o hijos, incluso a otras les «ligan las trompas» sin su consentimiento. De hecho, detalló, en Chile la ICW siguen el juicio de una compañera a la que le hicieron esta operación.
Por eso necesitamos que las mujeres se instruya más, que cada vez dispongan de mayor información y sepan cuáles son sus derechos para defendernos, porque si no sabemos cuáles son nuestros derechos no podremos hacerlo.
Se avanza, dijo, «pero no todo lo que necesitamos» porque las mujeres siguen relegadas, con muy bajo nivel de educación, en segundo plano. Deberían disponer, afirmó, de información sobre la prevención que esté al alcance de sus manos en la forma que sea. Necesitamos también un acceso universal inmediato a los medicamentos y acciones concretas. En suma «políticas de Estado, no políticas de gobierno, que estén en sintonía con las necesidades de las mujeres».
DECISIÓN POLÍTICA
Sobre la posibilidad de que todas las personas que viven con VIH o SIDA dispongan de tratamiento médico, señaló que hoy eso depende de la decisión política de cada uno de los gobernantes. Y añadió que reuniones como esta Conferencia Internacional son benéficas, pero no suplen ninguna política de Estado. Lo que ésta y otras actividades similares pueden hacer es formar opinión, tratar de incidir políticamente, «para que los gobiernos empiecen a mirar el tema de otra manera».
La campaña de la ICW «Más paz, menos SIDA», mencionó, pretende incluir el tema en las agendas políticas de los gobiernos, pero si tenemos un presidente que habla de SIDA, será más fácil que un ministro de economía destine recursos para el mismo. Y si logramos que se hable de la utilización del condón , desde un estamento que no sea únicamente el área de salud, resultará mucho más fácil.
«Lo que no podemos hacer es suplir la voluntad política de los gobernantes, eso se tiene que resolver en los países. Son los gobiernos quienes tienen que resolverlo y ahí es donde la sociedad civil y todos los actores sociales pueden ejercer cierta presión o convencer a sus mandatarios. Pro estas conferencias no van a suplir eso, pero pueden ayudar, son complementarias, una caja de resonancia importante.
NO SE TRATA DE «AGUANTAR», SINO DE INCIDIR
— ¿Cuánto más van a «aguantar» las personas que viven con VIH la propagación de esta infección y las políticas gubernamentales de «dientes para afuera»?, se le preguntó a Vargas.
— Nosotras no estamos aguantando nada. Sería bueno considerar que como organización llegamos hasta acá con el tema del tratamiento y de la prevención a partir de lo que la sociedad civil ha planteado y reclamado como necesidades urgentes de las personas que viven con VIH.
Si ustedes observan, agregó, el hecho de que ahora los países estén comprometidos a dar cobertura nacional al tratamiento de retrovirales fue posible gracias a las demandas de la sociedad civil, incluyendo Brasil. «Eso hay que marcarlo fuertemente».
Seguimos avanzado, pero el asunto es si los gobernantes se darán cuenta, si pueden mirar para otro lado y ver que el SIDA existe, porque no lo están mirando, indicó. «Hay algunas señales, tal vez en el discurso que dio ayer el Secretario de Salud de México haya algunos pequeños avances».
Nosotras desde la ICW y, por otro lado, desde la Coalición de Primeras Damas y Mujeres Líderes estamos tratando de incidir en distintos lugares. Las Primeras damas no llevan adelante los gobiernos, pero en la medida en que conocen las necesidades de las mujeres, niñas y adolescentes viviendo con VIH y SIDA, pueden tener una visión más concreta y transmitirla en sus países en forma distinta.
Quizá dirán, agregó la activista, que esos avances no son los que necesitamos, porque todavía hay gente sin tratamiento y que se muere como consecuencia del SIDA, por no tener acceso a los retrovirales, porque si no tiene para comer menos para los medicamentos. El tema de la prevención está también pendiente, porque las campañas no son permanentes y la gente no se apropia de ellas y mientras eso no pase no serán efectivas.
EL CONDÓN FEMENINO
— ¿La ICW ha pugnado porque el uso del condón femenino se generalice entre las mujeres, a pesar de que su precio es alto?, ¿existe una negociación al respecto?
— El tema de la difusión masiva del condón femenino es algo que la ICW ha planteado fuertemente. Pero también su escaso uso tiene que ver con la falta de decisión de las mujeres, no por ellas mismas, sino por el entorno social que viven, relegadas, a pesar de que el condón femenino le da a la mujer una independencia mayor, porque no tiene que negociar con el hombre la utilización de un preservativo. Tiene que ver con la falta de recursos, pero también con la cuestión cultural.
08/CV/GG