Inicio Trabajo (con o sin remuneración) femenino y reforma laboral

Trabajo (con o sin remuneración) femenino y reforma laboral

Por Guadalupe Cruz Jaimes

Para construir una reforma del Estado que garantice la igualdad entre mujeres y hombres es necesario tomar en cuenta las demandas de las trabajadoras (remuneradas y no remuneradas) puestas en la agenda política, como la necesidad de configurar una nueva visión de las relaciones entre géneros, de reconocer y valorar el trabajo de las mujeres dentro y fuera del hogar y su aporte al desarrollo del país, señala la legisladora Rosario Ortiz Magallón, en su texto La equidad de Género en la reforma laboral.

La Encuesta nacional sobre el uso del tiempo, auspiciada por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y levantada por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en 2002, señala que mientras los hombres de 25 a 50 años de edad las horas de trabajo asalariado para ellos es de 50 horas, mientras que para ellas es de 45. Pero las horas de trabajo doméstico a la semana se dividen en 11.5 horas para los hombres y 44.9 horas las mujeres.

Rosario Ortiz, diputada federal del Partido de la Revolución Democrática, menciona en el manuscrito la importancia del «nuevo derecho a las responsabilidades familiares que consiste en el reparto equitativo de las labores domésticas para armonizarla vida laboral y la privada entre mujeres y hombres».

Asimismo, puntualiza que el ámbito de trabajo y las normas laborales «están concebidas desde una visión androcéntrica, es decir centrada en las necesidades e intereses de los hombres y que ignora las distintas actividades que realizan las mujeres en la sociedad».

Asimismo añade en su texto otras garantías necesarias en el mundo laboral como son: la igualdad de oportunidades y de trato; la no discriminación por razones de sexo; el fuero materno y la creación de políticas empresariales y de sindicatos para proteger a las trabajadoras que sufran violencia laboral y hostigamiento sexual.

Para lograr estos derechos es necesaria la construcción de nuevos instrumentos legales armonizados con los tratados internacionales que permitan elevar a rango constitucional el derecho al trabajo y la igualdad real entre mujeres y hombres, concluye la legisladora en su manuscrito.

Por su parte, la politóloga Teresa Incháustegui dice que es necesario integrar el trabajo doméstico no remunerado como parte de la reforma del Estado, desde donde se debe impulsar la vida democrática en los ámbitos público y privado, como reportó Cimacnoticias.

Para lograr una democracia, dice la especialista, que reconozca las diferencias, que corrija las desigualdades y transforme el orden de género imperante a partir de las leyes, disposiciones, normas y políticas que promuevan la equidad.

De igual forma, en el texto Memoria. Foro «Democracia Paritaria: Presencia de las Mujeres en la Representación Política en México», Laura Henríquez y Edith Olivares, investigadora y asesora, respectivamente del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), insisten en la necesidad de fomentar una cultura cívica que considere las necesidades de mujeres y hombres para la reforma del Estado.

Además subrayaron la relevancia de promover la importancia de incluir personas expertas en perspectiva de género en la subcomisión redactora de la reforma del Estado.

08/GCJ/GG

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más