La opinión alemana está dividida después del estreno de la película Anónimo. La mujer en Berlín. Es la primera vez que se habla del drama de miles de alemanas violadas por los soldados del Ejército Rojo.
Berlín, 20 de abril de 1945. A la destruida República del III Reich entran los rusos. Los hombres han muerto defendiendo la ciudad. Las mujeres, las niñas y los niños se escondieron en los sótanos, pero donde tampoco están seguras.
«Frauen, komm (Mujeres, salgan)», se oye desde arriba. Al sótano entran corriendo los soldados rojos, arrastran a las mujeres y luego las violan sin piedad.
Es una de las secuencias de Anónimo. La mujer en Berlín, film de Maks Färberböck, que acaba de estrenarse en Alemania. Antes nadie había tenido el valor de hablar sobre el tema de las violaciones masivas.
La heroína anónima (interpretada por Nina Hoss), violada por los soldados, busca desesperadamente ayuda para sí y para otras mujeres con las que compartía la cotidianeidad de la ocupación rusa. Escribe un diario para mostrárselo alguna vez a su marido y así explicar lo sucedido. Después de una violación más, se convierte en la amante de un oficial soviético, Andriey (Ievgueni Sidikhin), quien la protege de sus subordinados. Y lo que comienza como instinto de supervivencia se transforma en sentimiento.
El film esta basado en los diarios de la periodista alemana Marta Hiller, quien durante varios meses registró lo que sucedía en la capital alemana después de la entrada de los rusos. Hiller, que fue violada, los editó en forma anónima en los años 50, pero en Alemania, en esa década no le prestaron atención al libro.
LAS VIOLECIONES SIGUIERON SIENDO TABÚ
Las víctimas, en perpetuo trauma, no querían hablar de lo que habían vivido. Además, en la conservadora Alemania Occidental, que se estaban levantando de la destrucción de la guerra, el tema era demasiado vergonzoso para ser discutido públicamente.
Pero la cantidad de violaciones de alemanas era aterradora; los historiadores hablan de dos millones de mujeres. Sólo en Berlín, donde transcurre la acción de la película, fueron violadas alrededor de 110 mil. Una de cada diez mujeres era asesinada a balazos o como consecuencia de golpes.
El público alemán descubrió el libro de Hillers en 2003. La nueva edición fue multipremiada y tuvo excelentes críticas. La autora había muerto dos años antes.
La película de Färberböck es recibida por los alemanes con sentimientos diversos. El crítico del Spiegel se manifestó desencantado. Dice que es políticamente correcto y sus personajes son superficiales. Die Zeit felicita al director por tratar un tema tabú. Agrega que se ve a qué llevó el gobierno de Hitler.
Algunos diálogos son chocantes: «Hola, ¿cuántas veces?». «Cuatro», así se saludan las protagonistas, contando las veces que fueron violadas.
Los críticos también felicitan al director por no haber mostrado a los soldados soviéticos como monstruos, sino como personas que viven en tiempos inhumanos. Pero el Süddeutsche Zeitung se queja de que el film conmueve, pero no llega a estremecer al espectador. Pregunta si los horrores que describió Hiller podrían ser llevados al cine.
En Anónimo hay otro elemento incómodo. La película deja mal parados a los varones alemanes. Fueron ellos los que iniciaron la guerra, pero luego no pudieron comprender que sus esposas pagaron el precio. El marido de la protagonista principal, cuando vuelve a la casa y lee el diario, dice indignado que su esposa se había comportado como una «perra desvergonzada». Ese trato hacia la víctima de violaciones estaba bastante generalizado.
* Publicado por Gazeta Wyborcza el 28 de octubre de 2008 Traducido del polaco para la Red Informativa de Mujeres de Argentina (RIMA) por Bárbara Gill, quien autorizó a Cimacnoticias su reproducción.
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