El 9 de enero, en el Instituto de Cirugía Reconstructiva de Guadalajara, los cirujanos plásticos Manuel Sandoval y José Guerrero Santos realizaron una operación de reasignación sexual a Gloria Hazel Davenport Fentanes, quien desde hace cuatro años trabaja en el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (Censida) atendiendo a la población transgénero.
«Hoy he vuelto a nacer, estoy muy contenta, deseo llorar de felicidad, y agradecer a todas las personas que han hecho posible este sueño de casi cuarenta años», fueron las primeras palabras que pronunció Gloria Hazel Davenport Fentanes, la primera mujer transgénero que fue contratada por el Gobierno Federal.
Gloria, nombre que escogió hace 19 años cuando inició su transformación hacía el sexo que siempre sintió que pertenecía, significa, según explica ella misma, mujer aguerrida, mujer valiente que no se amilana ante ningún obstáculo.
Los cirujanos plásticos Manuel Sandoval y José Guerrero Santos, del Instituto de Cirugía Reconstructiva (ICR), fueron quienes hicieron posible que Gloria, a partir de ahora, sea una mujer completa, con toda la fisonomía femenina y con una neo vagina que, una vez que supere la fase de convalecencia, cumplirá las funciones eróticas como la de cualquier mujer biológica.
Esta operación, conocida como de reasignación sexual, sólo se practica en el ámbito privado, a precios que están al alcance de pocas personas, por lo que Gloria, pese a que toda su vida deseó ser una mujer «completa», no lo había logrado.
Cuando se enteró que en el Instituto de Cirugía Reconstructiva era posible ser intervenida quirúrgicamente, siguió los pasos que cualquier paciente: sacó cita hace tres meses, para lo cual tuvo que viajar desde la Ciudad de México y presentarse en la institución a las 6 de la mañana.
El doctor Sandoval la programó para el 9 de enero, pero las últimas semanas fueron de zozobra, ya que la huelga del Sindicato de Salud ponía en riesgo que fuera intervenida.
Otro punto en contra de esta cirugía fue el hecho de que el doctor Sandoval, quien ha realizado en el ICR una veintena de estas cirugías, está en proceso de jubilación. Finalmente la suerte le acompañó y todo se hizo de acuerdo a lo previsto.
La cirugía tuvo una duración de cinco horas. Además del doctor Sandoval y su equipo, otros médicos que se están formando en el ICR entraron a aprender, ya que éste es un hospital escuela, a donde acuden a formarse cirujanos de Centro, Sudamérica e incluso de Europa, además de diversos estados del país.
EL INSTITUTO DE CIRUGÍA RECONSTRUCTIVA
No existe en todo México un hospital público con estas características que ofrezca cirugías plásticas y reconstructivas a bajo costo, a cualquier persona que las solicite.
De la Ciudad de México y otros estados acuden personas al ICR, el cual les programa su intervención, sin preguntarles de dónde vienen.
Todo esto es posible gracias a la visión humanista del fundador, quien da nombre a esta institución, y quien inició en Guadalajara la cirugía plástica y reconstructiva hace casi cuarenta años.
Guerrero Santos explicó que él aprendió la técnica en Estados Unidos y realizó cinco cirugías de reasignación sexual, pero se dio cuenta que era necesario tener un equipo de apoyo psicológico y endocrinológico para que la transformación fuera completa y las personas pudieran adaptarse a su nuevo sexo.
Gloria, quien desde que era una pequeña de 3 años recuerda que veía su pene como una cosa que le sobraba, cuenta que a los cinco años le hicieron la circuncisión, y ella estaba convencida de que le retirarían el órgano viril y que su decepción fue muy grande cuando vio que seguía ahí.
Hace un año se hizo una cirugía para retirarse los testículos, lleva 19 años tomando hormonas femeninas, recibiendo terapia y viviendo como mujer. Para sobrevivir ha debido hacer de todo, incluido el trabajo sexual, venta de artesanías, velas, dulces, etcétera.
De profesión periodista, una vez que inició su cambio hacia la feminización no encontró trabajo fijo, hasta hace cuatro años, cuando el doctor Jorge Saavedra, director del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (Censada), la contrató para atender a la población transgénero.
En la carta que Gloria presentó para ser candidata a la cirugía, el doctor Juan Luis Álvarez Gayou, reconocido sexólogo y director del Instituto Mexicano de Sexología, certifica que ella es era mujer atrapada en el cuerpo de un hombre y que desde 1995 vive permanentemente en el rol femenino, desarrollándose en el ámbito social, académico y laboral como mujer.
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