Inicio María Teresa Jardí

María Teresa Jardí

Por Erika Cervantes

La defensa de los derechos humanos en el umbral de la primera década del siglo XXI no sólo es una moda sino prioridad para que la humanidad avance, aun cuando los conflictos armados y económicos amenacen a más de un pueblo en el orbe.

Pero hablar de derechos humanos en el siglo XX era hablar de libertades cotidianas que en algunos casos no era posible alcanzar. Para María Teresa Jardí el ver la pobreza de cerca en la vida de una familia marginal y la tortura en el cuerpo de una mujer trazó su camino.

Abogada por profesión, María Teresa ha trabajado para que la justicia alcance a las personas que han perdido la esperanza de que algún día el sistema realmente funcione y puedan ver que las leyes se respetan y son para toda la gente.

Por ello su apuesta en la vida ha sido compartir y socializar los conocimientos que como abogada y defensora de derechos humanos ha adquirido, su gran tarea ha sido el trasmitir a las personas y comunidades que la injusticia debe terminar y que para ello se necesita exigir que se haga justicia.

María Teresa inicia su camino en defensa de los derechos humanos en México en la década de 1970, donde contribuyó a defender y asesorar a las y los perseguidos políticos, los cuales eran torturados y encarcelados por las ideas que manifestaban.

Para María Teresa la libertad es una condición de vida que no se puede negociar, por la que hay que trabajar de manera incansable, eso le enseñaron en su casa donde su familia paterna era comunista y la familia de su madre anarquista, por ello trabajar cerca de la Iglesia católica en el Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (CNAMI) era algo inimaginable.

En dicho lugar María Teresa aprendió que la libertad y convencimiento de las personas logra el reconocimiento de los derechos humanos.

Su labor en elCNAMI fue dar clases para enseñar a las personas a redactar una denuncia, vigilar un proceso y elaborar y presentar un amparo. María Teresa le explicaba a las personas que debían multiplicar el conocimiento porque si no este poder que adquirían se corrompería y ya no podría ser usado para nada bueno.

Más tarde María Teresa inicia su trabajo dentro de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por cinco meses y después en la Procuraduría General la República (PGR) por tres, pero entendió que su postura en la vida le impedía trabajar en un lugar donde no había respeto a los derechos de las personas.

Entonces María Teresa regresa a trabajar con la Iglesia, aunque más tarde nuevamente regresa a la PGR, ahora bajo la dirección de Jorge Carpizo quien le asigna la Delegación de la Procuraduría en Chihuahua, donde María Teresa tuvo que hacer cambios no sólo de local sino de ubicación de los agentes judiciales para alentar a la población a hacer denuncias.

A la par con la experiencia organizativa del CNAMI, crean en Chihuahua con la sociedad civil y la Iglesia una red de vigilancia para monitorear el desempeño del Ministerio Público y a los policías, con lo cual mejoró la impartición de justicia.

Actualmente labora en la Universidad Iberoamericana como Directora de Estudios sobre Derechos Humanos.

María Teresa Jardí nace en la Ciudad de México en 1944 y continúa su trabajo por el respeto de los derechos humanos de las personas. Y nos hereda su lucha por los derechos humanos y la multiplicación del saber para que no se corrompa.

09/EC/GG

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más