Hoy que las campañas políticas para las elecciones del 5 de julio están en marcha, en donde las pocas mujeres candidatas no son referencia de la oferta política, y que las revistas especializadas en el tema no pensarían poner al lado de una receta de cocina la plataforma de una candidata o candidato, recordemos a las sufragistas del siglo XIX, Las Violetas del Anahuac, Donde un grupo de mujeres periodistas encabezadas por Laureana Wright de Kleinhands luchaban porque las mujeres tuvieran los mismos derechos que los varones para ejercer la ciudadanía. En un tiempo en que las mujeres adultas vivían en la minoría de edad perpetua al amparo de sus padres o esposos.
Laureana Wright nace en la ciudad guerrerense de Taxco, el 14 de julio de 1847; su padre era de nacionalidad norteamericana, Santiago Wright, y su madre mexicana, Eulalia González.
Laureana estudió en la Ciudad de México y como parte de su formación académica hizo énfasis en el dominio de las bellas artes, además de aprender idiomas como el inglés, el francés y el latín.
Esta formación permitió que a la edad de quince años exaltara la actuación de los partidarios liberales de la República en un poema.
A los 22 años se casó con Sebastián Kleinhands y un año más tarde se incorpora a la lucha social, exponiendo la tesis de igualdad entre mujeres y varones; tesis que los hombres de ciencia de esa época desdeñaban basándose en las teorías científicas de entonces en las que supuestamente demostraban que las mujeres eran inferiores y diferentes a los varones.
Pero esos argumentos no hacen mella en el pensamiento de Wright, quien persiste en su lucha; al grado de que, en 1869, apoyada por Gerardo Silva y el poeta Manuel Acuña recibe el reconocimiento de socia honoraria de la sociedad intelectual Nezahualcóyotl.
Este es el comienzo de los reconocimientos que diversos gremios intelectuales le otorgarían, como el de la sociedad científica, artística y literaria El Porvenir, donde principia su labor periodística en el periódico de la sociedad llamado Escudo.
Los liceos Hidalgo, Mexicano y Altamirano la incorporan entre sus afiliados, lo mismo que numerosas agrupaciones científicas y literarias, en un tiempo donde las mujeres no tenían voz, ni voto.
Las Violetas del Anáhuac fueron el foro ideal para Laureana; es ahí donde valientemente sostiene la igualdad de la mujer en los años 1887 a 1889: lucha que habría de ganar post mortem el 6 de abril de 1953, cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines decreta el derecho al voto y con ello la ciudadanía a las mujeres mexicanas.
Laureana Wright muere a los 49 años de edad el 22 de septiembre de 1896, y nos hereda la lucha por el voto, el reconocimiento a la ciudadanía de las mujeres mexicanas y el derecho a la libertad de información de las mujeres con la fundación de la revista las Violetas del Anahuac.
* Feminista y fotógrafa mexicana, coordinadora de Redes de la Red Nacional de Periodistas.
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