Inicio Maternidad ¿única forma de «ser mujer?

Maternidad ¿única forma de «ser mujer?

Por Guadalupe Cruz Jaimes

La visión tradicional de la maternidad se define como un destino inmutable de toda mujer. Desde la socialización más temprana, las niñas van incorporando una serie de mensajes, valores y creencias en torno a la función maternal, que habrán de desempeñar en algún momento de su vida, refiere el texto Nuevas maternidades y derechos productivos, compilado por Marta Torres y editado por El Colegio de México (Colmex).

Ello, aunado a los juegos infantiles en donde las muñecas ocupan un sitio central, a las niñas se les forma en una ética del cuidado de los demás, de la abnegación, de la postergación o cancelación de sus propios proyectos e intereses, e incluso del sacrificio siempre a beneficio de los demás.

En esta concepción, «la maternidad resulta eje estructuralmente de la identidad femenina, única posibilidad de lograr una realización plena y total», menciona el documento del Colmex, publicado en 2005.

La veneración a la maternidad es universal. En muchas civilizaciones la maternidad es la «encarnación del bien», está relacionada con la fertilidad y de alguna manera con la bonanza. A la mujer se le reconoce y se le quiere como madre.

Además, la reproducción es una función al servicio de los demás, lo cual resulta claro en las sociedades patrilineales, donde las mujeres son construidas como seres para otros, explican.

La maternidad no es un fenómeno individual sino construcciones sociales y en consecuencia es «atravesada» por múltiples discursos, entre ellos, el de la medicina, el cual se centra en el cuerpo femenino como objeto de análisis.

Y formula una explicación que excluye cualquier posibilidad ajena a la biología y da cuenta, únicamente, de los procesos anatómicos, junto a este discurso coexiste el cultural que exalta la maternidad y define las cualidades asociadas a ella: ternura, cuidado, abnegación, sacrificio.

También está el discurso jurídico que protege el óvulo fecundado y niega a la mujer como sujeto de derecho. «Todos estos discursos reflejan un proceso de enajenación; el cuerpo no le pertenece a la mujer, es sólo el receptáculo en el que se desarrolla una nueva vida», puntualiza el manuscrito.

Y agrega: «Hay una normatividad legal y cultural que determina cómo deben reproducirse los sujetos –en el marco de una relación conyugal, monogámica, heterosexual–, cómo debe actuar una mujer embarazada –qué debe comer, qué debe hacer, cómo debe cuidarse y, sobre todo, qué le está prohibido- y cómo debe ejercerse la maternidad y la reproducción, siempre en función de otros».

Sin embargo en las últimas décadas han emergido nuevas formas de ejercer la maternidad. Por una parte, las mujeres cada vez tienen un mayor control sobre sus cuerpos y en particular sobre su capacidad reproductiva y por otra la vivencia misma de la maternidad se ha diversificado.

En México se ha transformado el ejercicio de la maternidad de las mujeres a partir de los últimos 30 años, como son cambios económicos y sociodemográficos, que han afectado la estructura de la población y de las familias.

09/GCJ/GG

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más