La lucha por la ciudadanía de las mexicanas tiene una larga historia; uno de los primeros estados en reconocer a las mujeres como ciudadanas fue Yucatán, al otorgarles el voto en 1922, con lo que Beatriz Peniche, Elvira Carrillo Puerto y Raquel Dzib Cícero ocuparon el cargo de diputadas ese mismo año.
Ellas fueron las primeras diputadas electas en ostentar ese título, pese a que un año más tarde, en 1923, tras la caída del gobierno de Carrillo Puerto, Beatriz, Elvira y Raquel fueran desconocidas por el nuevo gobierno.
Habrían de transcurrir 30 años para que la reforma al Artículo 34 de la Constitución permitiera que las mujeres mexicanas fuesen parte de la vida política de nuestro país como ciudadanas con derechos y obligaciones; sin embargo, en el momento en que Betriz Peniche contendió para ocupar un cargo de elección en Yucatán este artículo aún no había sido reformado.
Beatriz Peniche nació en 1897 en Mérida, Yucatán, y a los 17 años de graduó como maestra normalista en la escuela de Fidela Cámara.
Su inclinación por la poesía le dio la oportunidad de colaborar en la Revista de Yucatán, pero su verdadera pasión la constituían el cuidado de las bibliotecas, a las que dedicó gran parte de su juventud.
Su labor como normalista la llevó a profundizar en la reflexión de su ser como mujer, reflexiones que reflejaron en su vida activa al participar en diversos foros como el Congreso Internacional de Periodismo, donde defendió los derechos políticos de las mujeres.
Beatriz fue integrante activa del Partido Socialista de Yucatán y en 1922, cuando Felipe Carrillo Puerto promulga el decreto para que las mujeres puedan votar y ser votadas en elecciones populares en ese estado, Beatriz Peniche, junto con Elvira Carrillo Puerto y Raquel Dzib Cícero, contienden por la representación a diputadas locales y ganan la elección.
Beatriz, Elvira y Raquel fueron las primeras diputadas del país, pero el gusto duró poco, ya que el decreto fue derogado tras la caída del gobierno de Carrillo Puerto y, con ello, la posibilidad de permanecer en la curul quedó anulada; sin embargo, las mujeres mexicanas no dejaron de luchar hasta alcanzar el reconocimiento al voto.
Beatriz Peniche de Ponce murió el 27 de noviembre de 1976, heredando a las mujeres de México la Sociedad Literaria Femenina Juana de Asbaje, y su lucha política por alcanzar la ciudadanía.
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