Inicio Cambio a la Nota de Ocho, a la Principal Policiaca: caso de violencia doméstica, a un paso del asilo político

Cambio a la Nota de Ocho, a la Principal Policiaca: caso de violencia doméstica, a un paso del asilo político

Por Leticia Puente Beresford*

Al final las historias de las mujeres golpeadas se vuelven una agresión rutinaria o propiamente dicha, de rutina diaria. Así es, diaria. Todos los días y a cada rato.

Esto me recuerda viejos tiempos aún, cuando se acaba, acaso, la noticia o es que terminas, deshumanizada ante el diario acontecer de violencia de un reporte policiaco.

-¿Traes algo bueno? Pregunta el jefe de información, a mi arribo a la redacción del periódico.

-Sin novedad. Respondo.

-¿Y la de ocho? insiste.

-No. Una mujer golpeada por el marido, una mujer en el hospital violada por desconocido…

-¿Alguna muerta? interrumpe.

-No. Respondo… noche blanca.

-Esperemos que trae el caer de la noche.

Esto, viene al caso, porque hoy, en este país, en Estados Unidos, existe la posibilidad de otorgar asilo político por abuso doméstico o por abuso de cónyuge.

Es el caso de Rody Alvarado Peña, mujer guatemalteca, a quien la administración del presidente Barack Obama, ya recomendó para que obtengaasilo político.

Rody Alvarado Peña escapó del abuso horrible y aterrorizante que cometió en su contra su esposo en Guatemala. Y gracias a que escapó, es que hoy está con vida y a un paso de obtener su residencia permanente en este país.

Historia del caso:

El New York Times, informa lo anterior, y señala que esta es una fuerte señal de que esta administración da entrada a una variedad de solicitudes de asilo, sobre todo, las provenientes de mujeres extranjeras que confrontan abuso doméstico.

«Estamos seguros de que Rody Alvarado Peña, será bienvenida en Estados Unidos después de la batalla sostenida en Cortes migratorias desde 1995», sostienen los abogados.

La información de la reportera de la fuente migratoria de este influyente rotativo neoyorkino, Julia Preston, da los pormenores del caso al indicar que los abogados de migración dijeron que esta administración ha tomado uno de los mayores pasos para clarificar turbias áreas de la ley de asilo, defendiendo legalmente las rutas de la batalla de abuso sexual de la mujer en países extranjeros, para que así, puedan tener protección aquí.

Después de 14 años de indecisión legal de varias Cortes migratorias y consideraciones de tres abogados generales de la nación, el caso de la señora Alvarado, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional señaló que «encontró, que es elegible para el asilo y ganado los méritos a manera de discreción».

El siguiente paso es que un juez de migración ordene el asilo. Pero la abogada de la señora Alvarado, Karen Musalo, dijo que ya que el gobierno no ha hecho una nueva oposición, todo parece indicar que el juez aprobara dicha petición.

Musalo es la directora del Centro de Estudios de Género y refugiados (Center for Gender and Refugee Studies) y del Colegio de derecho de Hastings de la Universidad de California (Hastings College of the Law de la Universidad de California), dice el diario neoyorkino, ella dijo que «la señora Alvarado, ha sido el icono, el caso de abuso doméstico básico de asilo».

La señora Alvarado, en entrevista telefónica con Julia Preston, dijo: «le doy gracias a Dios de que todo haya salido bien». Lo dijo en español al agregar que «no fue fácil esperar esta decisión de migración».

La mujer guatemalteca, nunca fue detenida, vive en California, es trabajadora doméstica de una casa de asilo.

La señora Alvarado, también dijo que espera que su caso sea un ejemplo a seguir para que más mujeres que sufren abuso, puedan conseguir más rápido una decisión de beneficio de las Cortes.

El departamento de migración continúa analizando otros casos de violencia doméstica.
La historia de la señora Alvarado data de hace una década. Una década de violencia ejercida por parte de su esposo Francisco Osorio, soldado en Guatemala.

La señora Alvarado llegó a Estados Unidos en 1995. Al paso de los años, jueces migratorios no cuestionaron la credibilidad de su historia.

De acuerdo con documentos de la Corte, ella, se casó a la edad de 16 años y se embarazó enseguida.Sin embargo, al enterarse el marido le propinó una golpiza con la intención de inducirle un aborto.

En 1996 un juez de San Francisco solicitó asilo, pero retornaron la decisión en 1999. En 2001 Janet Reno, abogada general echo abajo la decisión de la Corte que denegaba el asilo, pero no le dio la garantía de asilo por motivos de judicatura.

En 2004 el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) que representa al gobierno, argumentó la primera decisión a favor de asilo, pero el abogado general, John Ascroft ordenó una nueva revisión del caso la cual no fue favorable para la señora Alvarado.

En septiembre de 2008 el abogado general, Michael B. Mukasey envió de regreso el caso para otra apelación en la Corte, exhortándola a sentar precedente y una regla en esta problemática-la regla puede surgir sólo de una apelación de una Corte migratoria o de una federal-.

La cuestión de este largo caso legal de la mujer que sufrió abuso doméstico, es parte de un «particular grupo social», que confronta persecución, uno de los criterios de solicitud de asilo. Y en un caso por separado de asilo, en abril, el Departamento de Seguridad Nacional, apuntó maneras de batalla específicas para que las mujeres puedan alcanzar estos estándares.

La abogada de la señora Alvarado argumentó que las circunstancias de su cliente contienen los requerimientos que el departamento difundió en abril. Ahora, el Departamento, tiene que estar de acuerdo, y prácticamente hacer de este caso, un modelo para las solicitudes de asilo.

En una declaración del caso de la señora Alvarado, Claudia Paz y Paz Bailey, ambos testigos expertos, argumentaron que la señora Alvarado es parte de un grupo que es perseguido en Guatemala, es un grupo de más de cuatro mil mujeres que han sido asesinadas por violencia doméstica en la última década en Guatemala.

De estos asesinatos, sólo el dos por ciento se ha resuelto, y a estos se les llama en sus términos legales, feminicidio, sostuvo Paz y Bailey, abogados guatemaltecos quienes agregaron que en 2004 Guatemala salió al paso con una Ley que sanciona estos delitos.
Muchas veces, dijo Claudia Paz, la violencia en contra de las mujeres en Guatemala, no es identificada como violencia, sino es percibida como extraña o inusual».

La resolución de este caso, viene muy tarde, pues no tuvo la oportunidad de criar a sus hijos, a quienes no los ha visto desde que dejó Guatemala.

Sus hijos ahora, tienen 22 y 17 anos de edad, fueron criados por los abuelos paternos, a quienes los hijos de la señora Alvarado llaman papá y mamá.

«Esto ha sido tremendamente doloroso para mi, el saber que ellos no me ven como su madre» ha declarado para la Corte la señora Alvarado.

La historia de Rody, caso de violencia doméstica, pasará a la historia de las mujeres valientes, que luchan en contra de la adversidad.

Y la pregunta obligada es ¿Y las demás? ¿Sobrevivirán a la deshumanización?… A lo cotidiano, al hecho diario.

¿Pasarán más allá de ser un número más en la lista del reporte policíaco de violencia doméstica? O se sumarán a la lista de feminicidio… ¿Y ser la nota rutinaria de ocho?

*Feminista mexicana, corresponsal de CIMAC en Nueva York.

09/LPB/LGL

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