En México y el mundo la situación de las trabajadoras del hogar se caracteriza por la violación a sus derechos humanos y laborales. En el país 96.6 por ciento de más de un millón 716 mil 934 personas dedicadas a esta labor, ejercen su oficio sin ninguna garantía social, en un ambiente de discriminación, maltrato y acoso sexual donde quien delinea las condiciones de trabajo, es el patrón.
Menos de 5 por ciento de las empleadas tiene un contrato escrito y aún las que cuentan con éste, pocas veces gozan de derechos como servicio médico, vacaciones y aguinaldo.
El 87 por ciento de ellas percibe dos salarios mínimos o menos y sólo el 13.3 por ciento recibe 3 salarios mínimos o más, mientras que los hombres dedicados al hogar ganan en promedio 25 por ciento más que las empleadas. Cabe mencionar, que esta labor no está catalogada como trabajo ni el Instituto Mexicano del Seguro Social ni en la Comisión de Salarios Mínimos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) las trabajadoras del hogar tienen en promedio 34 años de edad, 15 de cada 100 son analfabetas, cuatro de cada 10 son empleadas de planta y el resto de entrada por salida. De casi 2 millones sólo mil 52 estén afiliadas al IMSS, es decir, 0.01 por ciento del total.
Estimaciones de la organización civil Centro de Atención y capacitación para las Empleadas del Hogar (CACEH), 7 de cada 10 trabajadoras del hogar han sufrido acoso sexual, situación que pocas veces se denuncia por temor a los patrones y el trato desigual que existe ante los ministerios públicos.
Ante este escenario, la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlactraho), integrada por representantes de 14 países de la región, entre ellos México, recién presentaron la campaña internacional ¡Trabajo digno para las trabajadoras del hogar!, a la que convoca la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar.
TRABAJO DIGNO PARA EMPLEADAS DEL HOGAR
El objetivo de la campaña -cuya coordinación se ha dividido en tres regiones: América Latina, Asia y África- es lograr el reconocimiento de los derechos humanos laborales de las y los trabajadores del hogar alrededor del mundo mediante la aprobación de una normatividad establecida en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Para ello, en junio 2010, durante la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra (CIT), se realizará la primera discusión entre las tres partes -sindicatos, gobiernos y empleadores- sobre una norma internacional para las trabajadoras del hogar, la cual puede ser en forma de un convenio que los gobiernos deben ratificar e incorporar a la legislación nacional, o una recomendación que los gobiernos deben cumplir pero que no es obligatoria.
Se busca un convenio que establezca los derechos de las empleadas domésticas, y una recomendación que aclare como se deben garantizar estos derechos. La campaña terminará en junio 2011, cuando se le pedirá a la CIT que adopte o rechace el instrumento propuesto.
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