Ndumie Funda, directora de un proyecto de apoyo a lesbianas en el vecindario pobre de Gugulethu, denunció que en esta ciudad matan y agreden a las mujeres lesbianas de entre 16 y 25 años que son las más vulnerables y suelen ser rechazadas por sus familias.
Ndumie Funda inició este proyecto de apoyo a las mujeres lesbianas denominado LulekiSizwe, para atender principalmente a este sector vulnerable y en honor a su pareja, Nosizwe Nomsa Bizana, atacada y violada por cinco hombres.
En abril el asesinato de Eudy Simelane, estrella de la selección nacional de fútbol femenino, conmocionó a la sociedad surafricana. Dicho caso hizo visible la realidad que viven las lesbianas de los barrios negros: una ola de homofobia que se traduce a menudo en violaciones «para curar su desviación». Aquí se les llama «violaciones curativas».
Una de las particularidades de Sudáfrica es que es uno de los siete países donde el casamiento entre personas del mismo sexo es legal, pero las agresiones sexuales son habituales.
Aunque no hay datos confiables, las organizaciones sociales creen que hay decenas de miles de asesinatos de éste tipo cada año. De los mil 738 hombres entrevistados para un estudio del Consejo de Investigación Médica (MRC), el 27. 6 por ciento reconoció haber violado a una mujer o adolescente.
De acuerdo con la activista Ndumine Funda. «Necesitamos un plan de acción, intervenir e investigar, y un presupuesto para analizar los problemas que deben afrontar las lesbianas».
«La policía suele actuar con negligencia en las investigaciones y los oficiales homofóbicos suelen someter a las víctimas a una doble discriminación», señaló Emily Craven, coordinadora del Joint Working Group (Grupo de Trabajo Conjunto: JWG, por sus siglas en inglés), organización de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) de Sudáfrica.
«No comprendemos del todo la Constitución, en especial en materia de igualdad de derechos. Todo el mundo tiene una dignidad inherente», subrayó Nozizwe Madladla-Routledge, ex viceministra de Salud y miembro del Comité Ejecutivo del Congreso Nacional Africano en la Marcha contra el Odio en la provincia de Cabo Occidental, el 7 de agosto. Además, propuso elaborar pautas de conducta. «Tenemos que incluir el asunto en los planes de estudio escolares e incluir temas de educación sexual y de género que han sido descuidados».
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