Mejorar la calidad de vida de las personas y ayudar a tener una muerte digna fue el propósito fundamental del ingeniero mexicano Fausto Leal Espinosa, quien falleció en la ciudad de México el pasado 8 de marzo.
Con estudios de posgrado en Diseño secuencial con Circuitos Lógicos Inteligentes, Instrumentación y Control de Procesos, Cromatografía de Gases, Microscopía Electrónicas, Espectro Fotometría de Absorción Atómica, entre otros, desarrolló una propuesta alentadora para la medicina que permitiera atender –con un apoyo básico– enfermedades degenerativas y/o consideradas incurables.
Sin ser ninguna «cura milagrosa» la tecnología creada por Fausto Leal Espinosa, de la que ya hemos hablado en otras entregas en esta columna, lleva por nombre «lámpara leal de la salud», un tratamiento de fototerapia con luz verde y ámbar (F·que se aplica a la o el paciente, principalmente, en: el timo (glándula del sistema inmunológico que se encuentra detrás del esternón), la columna vertebral y el órgano afectado según el padecimiento del que se trate.
Un artículo publicado por la revista mexicana Kena en junio de 2007, bajo el título «Autocuración con fototerapia», explica el principio fundamental de la lámpara de luz.
Consiste en despertar, reactivar y aprovechar la capacidad de recuperación propia del ser humano, gracias a la energía lumínica que estimula las células y las glándulas, por lo que puede mejorar la condición de cualquier enfermedad o padecimiento.
Aquí intervienen los diversos ritmos biológicos de cada persona, así como sus ciclos inmunológicos, metabólicos y hormonales, señala y describe en qué consiste una sesión de fototerapia.
Relajarse en una camilla y exponerse a baños de radiación luminosa por 30 minutos aproximadamente, el lapso de tiempo puede variar según el padecimiento al igual que el número de sesiones recomendadas y las zonas del cuerpo afectadas, hasta que se observen avances importantes en el tratamiento y la salud de la persona.
Algunas experiencias de la aplicación exitosa de esta propuesta en enfermedades degenerativas y/o incurables las narra Fausto Leal Espinosa en su libro «Nacen nuevas esperanzas para las enfermedades incurables».
En el texto se dan a conocer casos documentados, a través de los testimonios de las y los pacientes, que fueron presentados por distintos terapeutas y médicos en el Congreso de 2004 de Fototerapia Isomérica, en varios de ellos se escuchó la voz esperanzadora de las mujeres.
Margarita Pons, quien explicó que ya había sido desahuciada por los médicos seis años antes, expuso que luego de un año de aplicaciones de la fototerapia recuperó el funcionamiento de sus órganos vitales y a sus 80 años trabajaba con optimismo apoyando la recuperación de sus dos nietos, quienes también habían recibido el tratamiento.
Narró y mostró fotografías y los estudios médicos de su nieta, quien desde los 12 años tenía vitiligo. La niña recibió la luz durante ocho meses en dos sesiones diarias y pudo celebrar sus 15 años sin esta afección que le causaba problemas en su autoestima.
A su otro nieto, de 6 años e hijo de una madre con diabetes, le habían detectado epilepsia al nacer y luego de dos años de terapia la enfermedad desapareció.
Otros de los casos presentados por mujeres se refirieron al mejoramiento y/o eliminación de padecimientos como úlcera y hernia hiatal, mastopatía fibroquística, riñones poliquísticos, lesión cerebral, úlcera varicosa, tumor en hipófisis, entre otros.
Finalmente, la química y terapeuta con estudios en medicina china Belén Almanza expuso el caso de su madre, de 86 años, con Síndrome de Alzheimer.
Sus primeros síntomas fueron pérdida del habla, llanto y mirada ausente. Empezaron las terapias de la luz, cada dos horas, de día y de noche, durante 10 meses, luego tres veces al día. Hasta el 7 de octubre de 2004 llevaba mil 500 sesiones. Su calidad de vida mejoró notablemente: empezó a balbucear, ya no lloraba y en su mirada otra vez se reflejaba la esperanza.
La propuesta del ingeniero Fausto Leal Espinosa, «lámpara leal de la salud o la luz de la vida», continuara a través de la Red de terapeutas creada por él en toda la República Mexicana y las oficinas donde trabajaba en la ciudad de México.
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* Periodista mexicana, con especialidad en facilitación de grupos, Enfoque centrado en la persona y Gestalt, narradora oral, instructora asociada del Sistema Tao Curativo.
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