Inicio Sin política de Estado para atender a campesinas de Retalhuleu Guatemala

Sin política de Estado para atender a campesinas de Retalhuleu Guatemala

Por la redacción

La falta de acceso a la tierra, las extensiones de monocultivos, el cambio climático y la ausencia de una política de Estado que atienda sus necesidades, provoca que las mujeres rurales de Retalhuleu, ubicado a 250 kilómetros al sur-occidente de la capital de Guatemala, vivan en condiciones de vulnerabilidad alimentaria y nutricional.

Por su actividad agrícola, económica y turística, Retalhuleu es una de las regiones más importantes de Guatemala, que posee una gran riqueza de recursos naturales, sin embargo los beneficios derivados de esta situación no favorece a las mujeres, quienes son el 50.2 por ciento de la población en este departamento, que cuenta en total con 234 mil 967 habitantes, informa Cerigua.

«Las mujeres de las áreas rurales son las más afectadas por la falta de alimentos, lo que se refleja en la desnutrición que padecen sus hijos e hijas», dijo Vicenta López, comunitaria del municipio de Champerico e integrante de la Red Nacional para la Defensa de la Soberanía Alimentaria y Nutricional de Guatemala (Redsag).

Agregó que las guatemaltecas, en su mayoría indígenas y campesinas de comunidades bajas de Retalhuleu, sufren también los efectos climáticos, tanto en verano como invierno «ambas estaciones perjudican la alimentación, ya que durante el verano la producción se daña por la sequía, y en el invierno, las inundaciones arrasan los cultivos, detalló.

Uno de los problemas es la concentración de tierra, de acuerdo con Carolina Magallanes de la Pastoral de Salud, de la Diócesis de Suchitepequez y Retalhuleu, organismo que ayuda a familias pobres de este departamento

«Las grandes extensiones de tierra están concentradas en el 2.8 por ciento de la población y eso ha generado escasez de alimentos por los monocultivos de exportación, como el hule y la palma africana», informa Cerigua.

La pujanza económica que alcanzó este departamento, a partir del periodo liberal en la última parte del siglo XIX, como resultado del cultivo del café, le permitió ubicarse como uno de los lugares más prósperos del país.

No obstante, y aunque el eje de Desarrollo Económico y Productivo con Equidad del gobierno que tiene como objetivo potenciar la autonomía económica y la capacidad productiva y empresarial de las mujeres, no existe en este país centroamericano una política que haga esto realidad.

A decir de Magallanes, otro de los problemas que enfrentan las mujeres de la región es la falta de una política alimentaria de parte del Estado que «permita y promueva no sólo el acceso a la tierra, sino además contar con los insumos necesarios para que las mujeres se conviertan en productoras de sus propios alimentos».

De acuerdo con Cerigua, la pobreza en Retalhuleu es uno de los pendientes para la actual administración, así como la atención de los compromisos asumidos en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para el 2015.

La localidad carece de la presencia de instituciones como la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem) y de la Defensoría de la Mujer Indígena (Demi), pese a que aproximadamente el 30 por ciento de la población es indígena.

Algunas municipalidades cuentan con Oficinas de la Mujer y su representación es mínima en los Consejos de Desarrollo, lo que refleja la debilidad de la institucionalidad en la materia, indica un reporte del corresponsal de esta agencia, Héctor Samayoa.

Además de lo anterior, la inclusión de las mujeres como beneficiarias de los programas Mi Familia Progresa, Mi Comunidad Progresa y Becas Solidarias, entre otros, es calificada por algunos analistas como una estrategia de asistencialismo que impide la atención integral de las necesidades de las guatemaltecas del lugar.

«Esos programas no benefician a todas las personas en la línea de la pobreza o pobreza extrema en el departamento, y son considerados como una oportunidad para desarrollar proselitismo anticipado por parte del partido oficialista», señala Samayoa.

Leticia Tecam, de las organizaciones de mujeres ante el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) dijo a Cerigua que la falta de institucionalidad en la atención a las mujeres rurales recarga el trabajo a otras instancias como la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP), «esto hace que se desvirtúen sus funciones o que este contexto sea aprovechado para la politización de los recursos», afirmó.

10/CV/LR/LGL

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