Ciudad de México.- A diario, las mujeres e infancias indígenas de la zona de Ostula enfrentan altos niveles de violencia y acoso debido a la colonización, racismo, patriarcado, doble discriminación, violencia económica, falta de atención a la salud, así como criminalización por la protesta y defensa de sus tierras y territorios, es por eso que protestaron frente al Poder Judicial de la Federación de Morelia, Michoacán.
“No tenemos nada qué festejar” gritaron pobladoras y pobladores de la comunidad indígena Nahua de Santa María Ostula, Michoacán, tras la toma de la carretera federal, en la costa michoacana, a la altura del crucero de Aquila, esto durante el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Las razones que llevaron a estas acciones de protesta, es por la ola de violencia histórica hacia su pueblo, así como los embates del crimen organizado, mineras, inmobiliarias y mafias políticas que ha afectado principalmente a mujeres, niñas y niños indígenas.
“¿Para cuándo alguien hace algo sobre el despojo de nuestras tierras? A los compañeros que luchan los desaparecen o los asesinan y no tenemos tumbas qué llorar. En Ostula no hay salud, no hay hospitales y por esas razones hemos perdido a mucha gente en el camino, muchos de ellos niños. Pedimos por favor al gobierno que haga algo”, reclamó una mujer de la comunidad a través de un altavoz.
Mujer de Ostula
Actualmente, las mujeres y las infancias indígenas son las más vulneradas en situaciones de conflicto. Esto lo explica el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el cual señala que las mujeres y niñas indígenas desplazadas a causa de un conflicto armado, por lo general relacionado con sus tierras, territorios o recursos naturales, son más vulnerables a la violencia de género.
El informe también enfatiza que esta violencia adopta diversas formas, como la limpieza étnica o la deportación forzosa; la violencia sexual o la trata; la extorsión, la delincuencia o la explotación laboral en situaciones de vulnerabilidad como consecuencia de la pobreza.
Datos del INEGI de 2022 también refieren en cifras que estadísticamente las mujeres son más propensas a vivir este tipo de violencias por ser mayoría, pues de la población total en hogares indígenas, es decir, 11 millones 800 mil 247 personas, el 51.1 % de la población en hogares indígenas eran mujeres y 48.9 %, hombres.
“Desde el pasado 28 de julio [de este año], nos declaramos en asamblea permanente ante los ataques y amenazas que se tienden sobre nuestro territorio, que atentan contra la vida, contra las tierras y territorios comunales, contra la paz y la libre determinación de nuestra comunidad y del pueblo nahua de la Costa-Sierra de Michoacán”, detalló Víctor Zambrano, integrante del Concejo Comunal en rueda de prensa.
Víctor Zambrano

El comisariado, hizo hincapié en que una de las razones por las que decidieron tomar la carretera federal costera número 200 y presentarse frente a la sede del Poder Judicial de la Federación de Morelia, es que esperan tanto hombres como mujeres que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, con sede en Morelia, resuelva en este mes el juicio de amparo directo 463/2023, interpuesto por la comunidad contra las resoluciones del Tribunal Superior Agrario y del Tribunal Unitario Agrario Distrito 38 de la ciudad de Colima, dentro del juicio por conflicto de límites 78/2004.
En este juicio de conflicto, el tribunal, de acuerdo con su comunicado, “desconocen, en favor de supuestos pequeños propietarios de la Placita, municipio de Aquila, Michoacán, una parte significativa de sus tierras y montes comunales, ignorando los derechos ancestrales que como pueblo originario tienen los convenios internacionales y la Constitución del país”.
Así mismo, hicieron un llamado a las autoridades para resolver los problemas de conflictos armados que viven la comunidad a raíz del despojo de sus tierras, mismo que les ha costado la muerte de 40 comuneros y la desaparición de seis más a partir del intento de recuperación del lugar sagrado al que denomina Xayakalan.
“Hemos resistido a la guerra que hace el Cartel Jalisco Nueva Generación en nuestra contra y hoy, además, estamos a la expectativa de la última palabra del Estado Mexicano ante la exigencia de justicia agraria para nuestra comunidad”, enfatizó el comisariado.
Así mismo, señalaron que la razón legal e histórica de la comunidad nahua “es evidente, y aun sabiendo que hay un juicio agrario plagado de irregularidades, tenemos la esperanza, fundada en la lucha de quienes nos han precedido, de quienes han pagado con su vida hacer la defensa de su comunidad, de que el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Segundo Circuito valorará los motivos y razones que hemos manifestado al recurrir a la justicia mexicana, la cual hemos agotado hasta esta instancia, habiendo sido despreciada nuestra solicitud para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajera este trascendental amparo”.
La defensa del territorio y resistencia al desplazamiento
Durante la protesta, se observaron tanto mujeres como hombres exigiendo un alto al fuego y una resolución a su situación, no obstante, cabe señalar que las mujeres y niñas indígenas defensoras de los derechos humanos, ambientales o territoriales, como las que habitan Ostula, son aún más expuestas a ataques con los que se pretende forzarlas a abandonar sus labores de defensa y activismo.
Ejemplos de ello es el feminicidiio en 2016 de Berta Cáceres y otros miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras en respuesta a su oposición a la construcción de la presa hidroeléctrica Agua Zara, o el caso de Mujeres Indígenas por la Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales, una pequeña organización de mujeres indígenas de la zona rural de Oaxaca (México), que denunció amenazas de ganaderos que las violentaban a causa de la labor que realizan en favor de los derechos de las mujeres indígenas y la justicia ambiental.
