Ciudad de México.- Cristina Fernández, expresidenta de Argentina ha sido sentenciada a seis años de prisión, esto luego de un largo proceso iniciado desde hace dos años cuando el Tribunal Oral Federal 2 había abierto una investigación por irregularidades en obras viales y desfalco en colusión con su fallecido esposo, el también expresidente Néstor Kirchner, ahora, la Cámara Federal de Casación Penal ha ratificado su culpabilidad sentenciándola a seis años de prisión y echando para abajo la apelación de Fernández.
Aunado a esta pena, el máximo órgano penal argentino ha dado a conocer este miércoles que se inhabilitará de forma perpetua a Fernández de ocupar un cargo público en el país, esto representa un golpe importante para la bandera del movimiento político conocido como kirchnerismo, pues estas concesiones irregulares se anidaron en la provincia de Santa Cruz, cuna de este movimiento que apostó por el matrimonio Fernández – Kirchner.
De acuerdo a la última información dada a conocer por la Cámara Federal de Casación Penal Fernández fue considerada «autora plenamente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública». El caso conocido como «Vialidad» involucra una serie de 51 proyectos públicos en materia de infraestructura vial y que se lograron gracias a múltiples concesiones trianguladas entre Cristina Fernández, Néstor Kirchner y el empresario argentino Lázaro Báez, estas presuntas obras se financiaron con fondos públicos del Estado argentino.
Se debe apuntar a que, cuando el caso estalló por primera vez en 2022, Fernández realizó un posicionamiento importante para la población, refiriendo que esa primera acusación realizada por un Tribunal Oral no era más que un intento de desprestigiarla y manchar su carrera política. Ahora, todo intento de mantenerse en la política ha sido cooptado por esta acción penal y con ello, se deja fuera del mapa a la segunda presidenta de Argentina quien, hasta hace unos meses, gozaba de una importante injerencia política al ser invitada de honor entre países de la región, entre ellos, México.
«Venganza política» y presunta persecución respaldada por AMLO
En agosto del 2022, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Argentina ya advertía la perpetración de “lawfare” contra la funcionaria, el cual se trata de una “práctica violatoria de derechos humanos, que va en detrimento de derechos fundamentales de las víctimas directas que son objeto de su accionar”, explica la institución, quien además acusó que a otros políticos no se les indaga por esta clase de delitos.
“Estas causas penales se impulsan únicamente en contra de referentes políticos que representan a sectores populares, mientras se mantiene en la impunidad a sectores poderosos, que han permitido o avalado el endeudamiento criminal que ha condicionado al país y generado pobreza e indigencia en la población”.

Luego de buscarse los seis años de prisión en ese primer intento del Tribunal Oral, la misma Secretaría salió en defensa de Fernández condenando el actuar del tribunal y afirmando que todo se trataba de un «ataque democrático» que buscaba frenarla de buscar la presidencia en las próximas elecciones que se celebraron en octubre del 2023, es decir, un año después de este intento de sentenciarla por el Caso Vialidad.
Desde México, el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, apoyó dicha versión, asegurando que Cristina era víctima de venganza política:
“Expreso mi más amplia solidaridad con la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández. No tengo duda de que es víctima de una venganza política y de una vileza antidemocrática del conservadurismo”, dijo López Obrador a través de sus redes sociales en agosto del 2022.
La última aparición de Kirchner en México
A inicios de agosto, Cristina Fernández de Kirchner arribó a la capital mexicana donde entabló una serie de reuniones privadas con la presidenta Claudia Sheinbaum y su homologa, Clara Brugada, gobernadora de la CDMX donde las 3 políticas refirieron: Es tiempo de mujeres.
El pasado 5 de agosto, Cristina Fernández, se reunió con -el entonces gobernador- Martí Batres para recibir las llaves de la Ciudad de México como reconocimiento a su trayectoria, siendo la base de discurso el referir que toda la región debe estar muy feliz por lo que está sucediendo en México, refiriendo que las mujeres son un faro en la política para transformar la vida de los países.
Durante su reunión con Clara Brugada, se tocaron temas como el sistema de cuidados y la, -ahora gobernadora de la capital-, le explicó sobre el funcionamiento de sus Utopías, política que fue aplaudida por Fernández quien también nombró los apoyos educativos que dio durante su gestión presidencial.

Aunque no se supo mucho sobre la reunión con Sheinbaum, la mañanera del 7 de agosto respondió lo siguiente:
««Hablamos de lo que significa ser mujer presidenta (…) Ella desarrolló centros de educación superior, le pregunté cómo fue que lo hizo y hablamos también de nuestro movimiento de la 4T y lo que ha significado, los cambios que se han impulsado con AMLO, como hay mayoría apoya la 4T y también hablamos del futuro de América Latina», con esta respuesta, Sheinbaum zanjó el tema de su reunión con la expresidenta argentina.
El mandato de Fernández de Kirchner y su deuda con las mujeres
Abogada de profesión, Fernández de Kirchner produjo en Argentina una revolución importante en materia de género y accesibilidad a la educación, sus políticas fueron bien introducidas, destacando cuestiones como la fertilización asistida y leyes por la defensa del género de las y los argentinos.
La estructura que consolidó la mandataria permitió ser uno de los países más avanzados en cuanto a igualdad de género, incluso más que países europeos com o Polonia o Bulgaria, sin embargo, existen puntos que fueron extremadamente débiles para Fernández de Kirchner como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; existió inacción para la despenalización del aborto.
Otra deuda pendiente fue la paridad de género, que sólo incluyó a 3 mujeres ministras y sólo un 22% de las secretarías fueron ocupadas por mujeres.
Según documenta Magdalena Lisinka en «Las políticas de género durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner«, aunque se empoderaron a algunas minorías, no se hizo suficiente por las mujeres, pues no se realizaron cambios complejos -y necesarios- para adaptar la legislación a la vida y necesidades que este sector demanda desde hace años, como el acceso a una vida libre de violencia.