Ciudad de México.- Yolanda Martinez, Debanhi Escobar, Bionce Amaya, y ahora Ana Carolina, han puesto en evidencia una de las problemáticas más alarmantes que ocurren en el estado de Nuevo León: las desapariciones de las mujeres las cuales no son hechos aislados y hoy se han podido determinar que estos hechos de violencia acontecen en municipios que tienen decretada una Alerta por Violencia de Género (AVG), lo que pone en alerta esta manifestación sistemática de la violencia que afecta a las mujeres, niñas y adolescentes que viven en esa entidad.
Por ejemplo, dichas desapariciones ocurrieron en el Área Metropolitana conformado por 13 municipios, de los cuales Apodaca, Cadereyta Jiménez, Guadalupe, Juárez y Monterrey -que en conjunto suman un millón 287 mil 250 mujeres que habitan estos lugares, según el Censo 2020 elaborado por el INEGI- cuentan con una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) desde el año 2016,
De acuerdo con Red Lupa, para mayo de 2024, el número de mujeres desaparecidas en Nuevo León alcanzó los mil 738, pero aun faltaría incluir a las que no volvieron a sus hogares en los meses subsecuentes y retomar a las 30 de las 100 mujeres que desaparecieron en lo que va del 2025, según datos del fiscal Raúl Alejandro Sepúlveda Martínez.
Siguiendo los registros de Red Lupa, estos municipios se encuentran las mayores desapariciones de personas. Siendo que, actualmente el municipio de Monterrey concentra mil 941 casos, seguido de Guadalupe con 518, Apodaca con 424, General Escobedo con 408 y Juárez com 304.
Ahora bien, el Secretariado Ejecutivo señala que en tan solo 2024 hubieron 798 presuntas victimas de feminicidio, de los cuales 60 ocurrieron en Nuevo León posicionando al estado como la tercera entidad federativa con mayor número de este delito.
¿Cómo empieza el feminicidio de una mujer? En muchos casos lo hace con su desaparición. Lourdes Velasco Dominguez y Salomé Castañeda Xóchitl señalan desde una perspectiva feminista que, este fenómeno ocurre bajo un contexto patriarcal en el que los cuerpos son considerados objetos de posesión por diferentes actores como la pareja, familia, institución, delincuencia organizada, masculinidades hegemónicas y el control social sobre los sectores vulnerables.
También son perpetuados por la violencia sistemática donde autoridades mexicanas ejercen violencia contra las mujeres a las que deberían estar defendiendo; hay un incremento de militarización en tareas de seguridad pública; y la trata de personas donde organizaciones criminales participan en su captación y tráfico.
Ana Carolina, Yolanda, Debanhi y Bionce
Después de tres días de búsqueda, el pasado 10 de febrero de 2025, las autoridades leonenses encontraron el cuerpo de Ana Carolina Sausedo Bahena de 22 años en el Cerro de las Mitras, un área natural protegida ubicada al norte del municipio de Monterrey en el estado de Nuevo León.
Según indica su ficha de búsqueda, el último día que se supo de ella fue el 7 de enero cuando su madre la llevó a la Universidad del Valle de México (UVM), campus Cumbres como parte de un día norma de una estudiante de la carrera de Psicología. No obstante, de acuerdo con las primeras averiguaciones, Ana Carolina no ingresó a las instalaciones y tomó un viaje por aplicación para llegar al lugar donde fue encontrada.
Ante la incertidumbre de su paradero, la familia se movilizó para interponer una denuncia por su desaparición. Tanto la Fuerza Civil, Protección Civil y la Comisión de Búsqueda de Personas realizaron un operativo en el que registraron diferentes áreas de la ciudad y los alrededores encontrándola en el Cerro de las Mitras.
Pese a que la Fiscalía General de Nuevo Leon ya comenzó una investigación, es poco lo que se sabe del caso. El 11 de enero, Griselda Nuñez Espinoza, Fiscal Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres, declaró en conferencia de prensa que no se encontraron signos de violencia, pero se dio a conocer que fue hallada con una bolsa en la cabeza.
La falta de detalles sobre cómo y por qué sucedieron los hechos, junto a la afirmación de la fiscal Griselda Nuñez Espinoza; deja espacio para una duda al respecto del paradero de la bolsa y su significado. Sin embargo, al ojo público han quedado eclipsados ante los señalamientos en donde Ana Carolina «es la culpable de su propia desaparición por no entrar a clases», generando así revictimización y mostrando que una vez más, la historia se repite.
Han sido varios los casos de feminicidio en Nuevo León; sin embargo, algunos de los casos más emblemáticos son los de Yolanda Martínez Cadena, de 26 años de edad, desapareció el 32 de marzo de 2022 en San Nicolás de los Garza. Inicialmente, se le atribuyó el suceso a un posible suicidio por parte de la fiscal de feminicidio, hasta que gracias a la lucha indeseable de su padre, se pudo obtener justicia.
En el caso de Debahni Susana Escobar Bautistas, ella fue desaparecida el 11 de febrero en Monterrey, Nuevo León. Su historia arrancó la atención nacional e internacional debido a una fotografía que capturó el último momento en que fue vista con vida. Ante la popularidad del caso, surgieron muchas inconsistencias como por ejemplo, la publicación de videos de seguridad en donde se ve comprando bebidas alcohólicas.
Y finalmente, Bionce Jazmín Amaya Cortez, desaparecida el 6 de abril de 2023 en el municipio China, mientras visitaba a su madre por las vacaciones de Semana Santa. Las autoridades atribuyeron su muerte por un supuesto atropellamiento sin explicar tan siquiera el motivo de su muerte.
Esto ha generado una campaña de desprestigio hacía las víctimas, ya que se les responsabiliza de su propia muerte y se minimizan la gravedad de los hechos. Además, queda evidenciado que Nuevo León es uno de los estados con mayores desapariciones de mujeres, reflejando un patrón sistemático de violencia feminicida que sigue sin ser atendido por las autoridades.
No obstante, aún falta la aparición de 30 mujeres que al día de hoy, no han regresado a casa como lo son