Inicio AgendaPlantean combatir desigualdad laboral que afectaría a mujeres, por revisión T-MEC

Plantean combatir desigualdad laboral que afectaría a mujeres, por revisión T-MEC

Por Paola Piña

Ciudad de México-. La Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil por los Derechos Humanos Laborales presentó un diagnóstico integral sobre el Capítulo 23 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el que brinda un panorama y resoluciones ante de la persistente desigualdad que enfrentan las mujeres y su exclusión del mercado laboral.

El diagnóstico, realizado por más de 20 colectivos, sindicatos, redes y especialistas, busca generar propuestas para mejorar las condiciones laborales en México, considerando las disposiciones del Capítulo 23 del T-MEC, que establece compromisos en materia de derechos laborales, como la eliminación del trabajo forzoso, la abolición del trabajo infantil y la erradicación de la discriminación contra las mujeres, entre otros.

A casi cinco años de la entrada en vigor del tratado, los compromisos para proteger los derechos laborales no han logrado mitigar las vulneraciones que continúan, por lo que es urgente garantizar su aplicación efectiva.

 “No basta con que el T-MEC exista; debe garantizar que ningún modelo económico funcione a costa de la precarización del trabajo. Este diagnóstico demuestra que tenemos evidencia, propuestas y voluntad colectiva para impulsar cambios profundos”, expresó Alejandra Ancheita, directora ejecutiva de ProDESC.

Dentro de la discusión, se resaltó que las condiciones laborales negativas afectan en mayor medida a las mujeres. Por ello, el diagnóstico incluye un apartado titulado “Discriminación y violencia en el mundo del trabajo con perspectiva de género interseccional”, en el que se analiza la persistencia de la violencia, el acoso y la discriminación de género en el ámbito laboral, por lo que la coalición incluyó en su diagnóstico una serie de recomendaciones :

1.Fortalecimiento de la legislación laboral: Armonizar las leyes contra la violencia y el acoso laboral con perspectiva de género e implementar el Convenio 190 de la OIT en los tres países del T-MEC.

2.Mecanismos de denuncia y seguridad: Crear sistemas accesibles y seguros para denunciar la violencia laboral, además de difundir información sobre cómo identificar y reportar estos casos.

3.Acciones para la inclusión laboral de las mujeres: Diseñar políticas que fomenten su participación y crecimiento profesional, fortalecer el sistema de cuidados con perspectiva de género e integrar la perspectiva de género en los Mecanismos Laborales de Respuesta Rápida.

4. Instrumentos de medición en violencia laboral: Desarrollar estadísticas transnacionales sobre violencia y acoso laboral, garantizando transparencia y rendición de cuentas en la implementación de políticas públicas.

“Este diagnóstico no se trata sólo de análisis: ofrece propuestas técnicas, viables y urgentes. Más que un permiso para participar, con este diagnóstico estamos proponiendo ideas sobre qué otros elementos se deben considerar cuando se negocia el futuro laboral del país, no solo la perspectiva gubernamental o empresarial”, afirmó Eduardo Villarreal, coordinador de Análisis e Incidencia de ProDESC.

En México, la participación de las mujeres en la economía remunerada alcanza el 46%, mientras que la de los hombres asciende al 77%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), lo que posiciona al país como el cuarto con menor participación económica de mujeres en América Latina.

La división sexual del trabajo ha relegado a las mujeres a empleos del sector secundario, con una mayor presencia en la industria manufacturera (38%) y una menor en la construcción (4%), de acuerdo con el informe T-MEC, reforma laboral e igualdad de género. Apuesta por el adelanto de las trabajadoras.

Además, muchas mujeres no pueden acceder a empleos remunerados, ya que desempeñan principalmente labores del hogar y de cuidados sin recibir una compensación económica. Según la última Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres en México destinan en promedio 15.9 horas más que los hombres a los cuidados no remunerados, con una carga semanal de 28.8 horas frente a las 12.9 horas que invierten los hombres.

Si se considera únicamente el cuidado directo, la brecha es de 6.9 horas semanales, con las mujeres dedicando 12.3 horas y los hombres 5.4 horas. Las mujeres hablantes de lenguas indígenas destinan aún más tiempo a estas tareas en comparación con aquellas que no hablan una lengua indígena, excepto en el cuidado de personas con enfermedades crónicas o discapacidades.

Incluso aquellas mujeres que logran acceder a un trabajo remunerado continúan enfrentando un panorama de violencia. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), el 27.9% de las mujeres de 15 años y más que han trabajado ha experimentado algún tipo de violencia en su vida laboral. De este porcentaje, el 18.1% ha sido víctima de discriminación laboral, el 14.4% ha sufrido violencia sexual, el 12.2% ha padecido violencia psicológica y el 1.9% ha sido víctima de violencia física.

Panorama de desigualdad en el ámbito laboral frente al T-Mec

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la igualdad de oportunidades para las mujeres en el campo laboral no ha mejorado en las últimas dos décadas, de 2005 a 2022. Para abordar esta problemática, el T-MEC contempló principios clave en su Capítulo 23:

•No discriminación en el empleo y la ocupación: Garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso y permanencia en el empleo, prohibiendo cualquier forma de discriminación por género y eliminando barreras que limiten la participación de las mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres.

•Promoción de la igualdad de género en el trabajo: Desarrollar políticas laborales inclusivas que fomenten la presencia de mujeres en puestos de liderazgo y sectores estratégicos, impulsar programas de capacitación y formación profesional, y promover la negociación colectiva con perspectiva de género.

•Prevención y atención de la violencia y el acoso laboral: Reconocer la violencia de género en el trabajo como una violación de los derechos laborales, establecer medidas para que los países firmen y ratifiquen convenios internacionales en la materia, y crear mecanismos efectivos de denuncia y sanción, asegurando la protección de las víctimas.

•Cooperación internacional para la equidad de género: Fomentar la colaboración con organismos internacionales como la OIT para mejorar las condiciones laborales de las mujeres, promover el intercambio de mejores prácticas en temas de equidad salarial y acceso a empleos formales, y desarrollar estudios sobre la brecha de género en el mercado laboral para diseñar mejores políticas públicas.


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