Ciudad de México.- En México ser maestra no siempre ofrece una compensación justa y el reconocimiento necesario. Por ello, Cimacnoticias platicó con Laura Leñero para conocer su experiencia como docente especializada en educación inclusiva, con cuatro años de experiencia ha trabajado con niñas y niños con diversas discapacidades y distintas condiciones no obstante, durante un tiempo debió alternar con un empleo como cantante para compensarse salarialmente frente la precarización que acompaña a su profesión de enseñanza.
Al ser la hermana mayor, Laura descubrió su afinidad para trabajar con niñez desde temprana edad. Aunque inicialmente estudió psicología, pronto se inclinó por la educación. “Hice mi maestría en educación, pues creo que esta área es muy importante en la vida de las personas. Es en esta área donde puedes hacer un cambio muy significativo en sus vidas”.
Sin embargo, rápidamente se enfrentó a una dura realidad: la insuficiencia de los salarios en el trabajo docente. “En el momento en el que me quise independizar, tuve que trabajar en tres lugares diferentes para poder vivir un poquito de ello. Otros compañeros de mi universidad que habían elegido otras carreras, con un horario incluso menor, ganaban lo equivalente a lo que yo había trabajando todo el día”, expresó Laura.
De acuerdo con el análisis de la brecha salarial del CIEP 2025, las mujeres docentes en escuelas públicas en México perciben un ingreso promedio de 13 mil 457 pesos, mientras que los hombres ganan en promedio 16 mil 449.2 pesos. Esto refleja una brecha salarial de 2 mil 992.2 pesos, equivalente al 18.2%.
En las escuelas privadas, la situación no es muy diferente. Las docentes perciben un ingreso promedio de 10 mil 975.9 pesos, frente a los 13 mil 394.3 pesos que reciben sus colegas hombres. Esta diferencia representa 2 mil 418.4 pesos, o un 18.1%, cifra similar a la observada en el sector público.
Ante este panorama desalentador, recurrió a otra de sus habilidades para complementar sus ingresos: cantar en bares. “Me di cuenta de que como cantante ganaba muchísimo más que como profesionista. Recuerdo que al finalizar un evento había logrado reunir lo que me pagaban en una quincena de maestra, y fue muy sorprendente, pero al mismo tiempo desalentador, porque después de estudiar una carrera e incluso una maestría, el salario no era tan congruente”, comentó Leñero
Sin embargo, asegura que, aunque disfrutaba cantar, esta actividad también le generaba cierta tensión emocional. “En la parte emocional sí me pegaba un poco. Estudié para dedicarme al área educativa, es lo que quiero ejercer, pero no me estaba dando el ingreso”.
Actualmente, Laura ha dejado a un lado su trabajo como cantante para centrarse en su profesión. Sin embargo, para poder solventar sus gastos, mantiene dos trabajos en dos instituciones: por la mañana en un instituto privado y por la tarde en una fundación.
Las profesoras marcan un importante camino que impulsa el aprendizaje y la creación de conocimiento. En este día conmemorativo, es crucial visibilizar su imprescindible labor y exigir derechos laborales dignos que correspondan con su ardua profesión.
En México, de acuerdo con el INEGI en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2024, el 63.7% de las docentes son mujeres. A nivel mundial, las mujeres tienen una mayor presencia en la docencia de educación básica. Según la UNESCO (2021), en 2018 las mujeres constituían el 66% de los profesores de primaria.

Retos frente a la educación inclusiva
El inicio de su trabajo en educación inclusiva representó un desafío al enfrentarse con los prejuicios que rodean a las personas con discapacidad y trastornos del neuro desarrollo.
“Considero que la sociedad en general tiende a ver la discapacidad un poquito desde arriba, como con lástima. Cuando empecé a trabajar en esto, tienes que derribar todas esas barreras y ver a las personas no a través de un diagnóstico. Eso es lo más bonito del mundo porque he creado vínculos muy lindos con alumnos que me han enseñado muchísimo”, relata Laura.
Además, asegura que en México no se cuenta con la infraestructura necesaria para atender a niños con discapacidad. Recordemos que según el Censo de Población y Vivienda del INEGI, en 2020 había 2.61 millones de personas de entre 0 y 17 años con discapacidad en México, lo que representa el 6.8% de la población en ese rango de edad.
“Las escuelas en nuestro país no cuentan con la accesibilidad necesaria para las diferentes discapacidades que existen. Ese es un problema porque, al final, limita mucho más al alumnado. Aunque hemos avanzado, aún nos falta mucho por alcanzar”, añade.
De igual forma, puntualiza la importancia de sensibilizar sobre la discapacidad, comenzando por las familias, los compañeros de clase y los propios maestros. “Creo que si volteáramos de repente a ver realidades diferentes a la nuestra, podríamos preguntarnos cuál es la mejor manera de ayudar”, reflexiona.
Laura comparte que su sueño es continuar su formación para especializarse en la educación para personas con discapacidad auditiva y seguir apoyando a la formación de sus estudiantes. Sin embargo, enfatiza que es importante que exista un mayor reconocimiento al personal docente, ya que su trabajo implica un esfuerzo constante que suele no valorarse.
“Nuestro trabajo no empieza y termina con nuestro horario. Fuera del trabajo tenemos que preparar clases, crear material, calificar y hacer evaluaciones. Muchas veces no se ve y eso es desgastante y cansado. Sin embargo, estoy convencida de que ayudar desde esta parte es mi camino”, concluye con firmeza.