Ciudad de México.- En los últimos días, la Comisión Internacional Independiente de la ONU alertó una serie de atrocidades que se está viviendo en Palestina por parte de Israel, entre ellos se encuentra la destrucción del 90% de los edificios escolares y universitarios de Gaza imposibilitando que miles de niñas y adolescentes puedan acceder a la educación, según advirtieron, esto se constituye como un crimen de guerra y de lesa humanidad de exterminio.
De acuerdo con ONU Mujeres, la desigualdad de género está presente incluso en las guerras. Cuando las estructuras de estabilidad y seguridad se ven alteradas ante una crisis como las guerras, son especialmente las niñas y mujeres vulnerables, sin acceder no solo a recursos básicos para su sobrevivencia, sino también a pilares elementares como la educación.
En 2022 se registró que había 222 millones de niñas y niños en edad de escolarización que vivían en contextos afectados por crisis humanitarias, tales como conflictos armados, desplazamientos forzados, desastres naturales y emergencias prolongadas. Dentro de este panorama alarmante, las niñas y mujeres jóvenes enfrentan una situación grave, pues se estima que en estos escenarios tienen 2.5 veces más probabilidad de estar sin escolarizar que los hombres.
Al no contar con medidas de protección habituales como la unidad familiar o el hogar, se encuentran desprotegidas y, la mayoría de las veces, son obligadas a contraer matrimonio infantil, caer en la trata de personas o ser víctimas de violencia de género, provocando que, las niñas en zonas de conflicto tengan 90% más de probabilidades de no terminar su educación básica.
La destrucción de escuelas en Palestina
De acuerdo con el informe de la Comisión Internacional Independiente de la ONU, Israel ya ha destruido el sistema educativo de Gaza a través de bombardeos aéreos, incendios provocados y demoliciones deliberadas imposibilitando la educación de 658 mil infancias y adolescencias -que han estado privados de la educación durante 21 meses-, así como el medio de vida del profesorado de Palestina
Según comentó Navi Pillay, presidente de la Comisión, dichos ataques contra la vida educativa del pueblo palestino perjudicarán a las generaciones actuales y futuras e impedirán su derecho a la autodeterminación. Asimismo, señaló que las fuerzas israelíes cometieron crímenes de guerra, incluyendo ataques dirigidos contra civiles y asesinatos intencionales en sus ataques a instalaciones educativas que causaron víctimas civiles que se habían refugiado en escuelas.
La Comisión señaló y documentó que varios casos de incendio y demolición de instalaciones educativas fueron «innecesarios» y denunciaron que soldados soldados israelíes grabaron y distribuyeron videos en los que se burlaban de los palestinos y de la educación palestina antes de destruir escuelas y universidades, mostrando la intención de restringir el acceso de los palestinos a la educación a largo plazo.
También hallaron evidencia contundente de que soldados israelíes se apoderaron de instalaciones educativas y las utilizaron como bases militares o zonas de concentración para actividades castrenses, incluyendo el campus de la Universidad Al-Azhar en Al-Maghraqa convirtiéndolo en un sitio de reunión y oración judía para los soldados.
Particularmente en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, se han registrado un aumento de operaciones militares israelíes como el acoso a estudiantes incremento de puestos de control, demoliciones y ataques de colonos que han afectado a más de 806 mil estudiantes palestinos, por lo que, la Comisión apuntó que Israel ha hecho poco por prevenir o enjuiciar a los colonos que atacan en centros educativos para aterrorizar a las comunidades y obligarlas a abandonar sus hogares.
Los ataques también estuvieron dirigidos a estudiantes y trabajadores en centros educativos israelíes para que no expresaran preocupación o solidaridad con la población civil de Gaza activamente en espacios públicos, dando como resultado acoso, despido, suspensión y, en algunos casos, arrestos y detenciones degradantes.
La Comisión afirmó que las acciones de Israel caen en la violación a las disposiciones del derecho internacional humanitario, que obliga a las partes en conflicto a distinguir entre bienes civiles y objetivos militares. “Los niños de Gaza han perdido su infancia. Sin acceso a la educación, deben preocuparse por sobrevivir a los ataques, la incertidumbre, el hambre y las condiciones de vida infrahumanas”, subrayó Navi Pillay, y alertó de que los ataques generalizados a centros educativos se han extendido mucho más allá de Gaza, afectando a todos los niños palestinos.
Ataques a sitios religiosos
La Comisión Internacional Independiente de la ONU documentó que las fuerzas israelíes han atacado sitios religiosos y culturales en la Franja de Gaza, muchos de los cuales servían como refugio para personas desplazadas. Estos ataques forman parte de una estrategia más amplia para destruir infraestructura civil mediante bombardeos y ataques aéreos.
El informe señala que las fuerzas israelíes conocían, o debieron haber conocido, la ubicación y relevancia de estos lugares, por lo que debieron haber evitado su destrucción. Sin embargo, la falta de protección deliberada evidencia una intención de dañar el patrimonio cultural del pueblo palestino.
En Cisjordania se registraron agresiones a sitios patrimoniales que representan tanto la cultura palestina como judía y de otras comunidades. Las autoridades israelíes han desplazado a residentes palestinos y han restringido su acceso a estos lugares. También se han denunciado incursiones militares, arrestos y hostigamiento a figuras religiosas, especialmente en el complejo de Haram al-Sharif/Monte del Templo, afectando gravemente la libertad de culto.
Según la presidenta de la Comisión, Navi Pillay, los ataques a sitios religiosos y culturales atentan contra la cultura intangible del pueblo palestino —sus creencias, memorias y prácticas— y buscan socavar los lazos históricos con su tierra, debilitando así su identidad colectiva.
La Comisión pidió al gobierno de Israel cesar de inmediato estos ataques, evitar el uso militar de instituciones culturales y educativas, y respetar las medidas impuestas por la Corte Internacional de Justicia. También exhortó a la Autoridad Palestina a proteger y conservar todos los sitios patrimoniales, incluidos aquellos que representan culturas no palestinas, y a resguardar los bienes arqueológicos.
Mujeres y niñas, las principales víctimas de la guerra
De acuerdo con el último informe de ONU Mujeres, publicado en abril de 2024, desde el comienzo del conflicto bélico entre Israel y Palestina, niñas y mujeres no han podido atender sus necesidades básicas como comer, beber agua, ir al baño, usar toallas sanitarias, ducharse o cambiarse de ropa. A este panorama se suma que algunas se están enfermando, deben hacer el trabajo de cuidados y han quedado en estado de viudez.
De manera general, se han llevado a cabo desplazamientos internos, la mayoría vive en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, sin tener un lugar seguro al cual ir. Las escuelas, instituciones gubernamentales y los refugios están abarrotados, limitando la capacidad para ofrecer servicios como agua y comida.
Refugios con capacidad de 2 mil lugares, están cuidando de hasta 20 mil personas y 650 tienen acceso a una letrina para ir al baño. También hay que contemplar que hay personas que habitan en tiendas de campaña sobre las calles de la zona.
Antes del 7 de octubre, el acceso al agua ya era limitado como resultado de décadas de la ocupación israelí, más de 1,1 millón de palestinos en Gaza no reciben servicios de agua y saneamiento, por lo que dependían de camiones para acceder a agua potable. Esta sustancia resulta vital para la vida humana, pero sobre todo para las niñas y mujeres quienes necesitan satisfacer sus necesidades de consumo y domésticas.
Algunos datos encontrados en el informe respecto a las niñas y mujeres son:
- 1,1 millones de mujeres necesitan el acceso al agua potable.
- 337 mil 057 niñas y niños menores de cinco años corren un riesgo particular de contraer enfermedades transmitidas por el agua.
- Más de 540 mil mujeres y niñas en Gaza están en edad reproductiva y necesitan acceso a artículos adecuados para apoyar la higiene, la salud, la dignidad y el bienestar.
- Se necesitan 10 millones de compresas menstruales desechables cada mes para cubrir las necesidades y preservar la dignidad de las mujeres.
- La privacidad para la gestión de la higiene menstrual de más de 690 mil mujeres y niñas en Gaza es limitada.
- 107 mil mujeres y hombres de edad avanzada enfrentan riesgo a contraer hepatitis A.
- Las niñas y mujeres están en riesgo de exponerse a enfermedades infecciosas mientras realizan el trabajo de cuidados con sus familiares enfermos.
- Hay un desafío particular al ayudar a personas con discapacidad motoras y múltiples, ya que se requieren de herramientas, equipos e instalaciones especializadas para dar servicios necesarios.
Israel vs Palestina: un recuento del conflicto bélico
La guerra entre ambas naciones es uno de los conflicto bélicos más prolongados y complejos del mundo. La principal disputa es la ocupación del territorio con una extensión de 365 kilómetros, en el cual persisten tres religiones: católica, musulmana y judía. En adherencia, es la Franja de Gaza, espacio donde se desata la guerra entre grupos militares de Israel y la organización Hamas.
Este último, apoya el uso de violencia y fuerza para la creación de un Estado Islámico y previo al inicio de la guerra, el pasado 7 de octubre de 2023, se llevó a cabo la Operación Inundación de Al-Aqsa, una serie de ataques coordinados por Hamas contra comunidades fronterizas en el que murieron mil 200 personas y 240 fueron secuestradas llevados a la Zona de Franja.
El ataque dio pie a que Israel declarara una guerra caracterizada por bombardeos en la Franja de Gaza que hasta el momento ya provocó la muerte de más de 45 mil personas, entre los que se estiman al menos 14 mil 500 quienes eran niñas y niños. En cuanto a las mujeres, se ha registrado que 10 mil mujeres han sido asesinadas, según se registró en el último informe de ONU Mujeres.