Ciudad de México.- Finalmente los eventos previos al arranque de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe, se llevaron a cabo y fue la Cámara de diputados en la Ciudad de México el recinto legislativo que dio la bienvenida a mujeres parlamentarias de toda la región quienes se pronunciaron por impulsar leyes que conviertan el cuidado en un derecho fundamental.
Ellas se reunieron en el recinto legislativo de San Lázaro en el Foro Parlamentario, donde discutieron la situación actual de los cuidados en la región y presentaron el documento “El derecho al cuidado en América Latina y el Caribe: avances normativos”.
Cabe señalar que la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (CRM) tendrá lugar en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco del 12 al 15 de agosto de 2025 donde se abordarán los avances en la vida de las mujeres, niñas y adolescentes en los ámbitos político, económico, social, cultural y ambiental para impulsar la sociedad del cuidado y la igualdad de género.
Recordemos que está Conferencia está organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y es el principal foro intergubernamental de las Naciones Unidas sobre derechos de las mujeres y la igualdad de género en la región. Se convoca regularmente, con una frecuencia no superior a tres años, para analizar la situación regional respecto de la autonomía y los derechos de las mujeres, presentar recomendaciones en materia de políticas públicas de igualdad de género y realizar evaluaciones periódicas de las políticas, programas e iniciativas llevadas a cabo en cumplimiento de los acuerdos regionales e internacionales.
En la sede de Ciudad de México, la apertura del Foro Parlamentario tuvo la presencia de Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres; Anais Burgos Hernández, presidenta de la Comisión de Género de la Cámara del Senado; Martha Lucia Micher Camarena, presidenta de la Comisión de Género de la Cámara de Senadores; Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación; Sima Sami Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres y Carmen Moreno Toscano, subsecretaria de Relaciones Exteriores de México,
Las mujeres parlamentarias también hablaron de la importancia del avance legislativo en el sistema de cuidados e igualdad de género porque es incluir el recorrido de las mujeres para alcanzar los espacios de poder y tomar desiciones sobre el tema. Por ejemplo, en la actualidad, en México por primera vez el Congreso de la Unión está conformado por 251 diputadas y 64 senadoras, así como un gabinete presidencial paritario.
Como una de las anfitrionas, la senadora Martha Micher reconoció que México sea sede de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe como consecuencia de los avances logrados en el país, sin embargo, apuntó que no es suficiente que las mujeres alcancen la paridad, sino que sus decisiones transformen la vida de las mexicanas.
La senadora mencionó que el liderazgo con convicción implica ir más allá de los discursos y trabajar por transformar la política en un espacio inclusivo y justo para las mujeres. Aunque la paridad y la representación en los parlamentos, gobiernos y tribunales son avances significativos, no son un punto de llegada, sino el inicio de una transformación estructural más profunda. De esta manera, planteó la necesidad de una política feminista, democrática y humanista, que incorpore el cuidado como eje central de las decisiones públicas, redistribuya el poder y construya una democracia sustantiva e igualitaria en la que la igualdad sea tangible y cotidiana.
También hizo un llamado a la acción colectiva en toda América Latina y el Caribe para enfrentar las desigualdades y violencias que persisten. El foro se concibe como un punto de partida para impulsar leyes, presupuestos y políticas con enfoque de género, interseccionalidad y justicia social, reconociendo las luchas históricas de mujeres en distintos ámbitos. El objetivo es construir un nuevo pacto democrático donde la igualdad no sea solo una promesa, sino una práctica real, entendiendo que no hay democracia sin igualdad sustantiva, ni justicia sin cuidados, ni futuro sin feminismo.
Por su parte, la diputada Anais Burgos Hernández hizo un recorrido por las trayectorias sobre las conferencias históricas y acuerdos internacionales como la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que marcó la ruta hacia la igualdad. Subrayó que este foro es un espacio para dialogar, compartir experiencias y avanzar en un objetivo común: la construcción de un sistema de cuidados que responda a las realidades de cada comunidad. Por ello, destacó que en México se han impulsado reformas constitucionales, políticas de paridad, reducción de la brecha salarial y la inclusión de mujeres diversas en espacios de decisión.
La diputada insistió en que un sistema de cuidados no es solo una política pública, sino un compromiso con el bienestar de las familias y una herramienta para eliminar desigualdades históricas que limitan las oportunidades de las mujeres. Cada hora dedicada al cuidado sin apoyo es tiempo que se resta a la educación, el trabajo o el crecimiento personal, por lo que garantizar este derecho es clave para que las mujeres puedan prosperar.
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció el compromiso de las parlamentarias por ocupar los espacios que legítimamente les pertenecen y destacó que el Foro Parlamentario ratifica la posición de México como referente regional en la construcción de democracias paritarias. Subrayó los avances de América Latina en materia de igualdad entre hombres y mujeres, aunque recordó que solo la mitad de las mujeres participan en el mercado laboral frente al 76% de los hombres, y que persisten la informalidad, la brecha salarial y las cargas de cuidado no remunerado.
También resaltó que al menos 16 países de la región cuentan con avances normativos en igualdad sustantiva, y celebró el reciente reconocimiento por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del derecho al cuidado como un derecho humano. Asimismo, expresó que estos espacios de debate entre países fortalecen la acción social y la cooperación regional. Y por último, reconoció el papel de las mujeres que, desde distintos frentes, luchan por la igualdad, y señaló que es momento de continuar la tarea con determinación.
Carmen Moreno Toscano, subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, destacó que México vive un momento de transformación histórica, simbolizado por la elección de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta del país.
Subrayó que la igualdad de género requiere no solo combatir el patriarcado, la discriminación y la violencia, sino también garantizar condiciones reales de desarrollo, lo que implica invertir en infraestructura de cuidados, licencias parentales, corresponsabilidad y políticas laborales que permitan conciliar vida profesional y familiar. Reafirmó el compromiso de México con la sociedad del cuidado como modelo de desarrollo centrado en el bienestar colectivo, la armonía social y la sostenibilidad, recordando que el país ha impulsado iniciativas internacionales como el Día Internacional de los Cuidados y la Alianza Global por los Cuidados.
Asimismo, señaló que la política exterior feminista y las políticas nacionales necesitan un sólido marco normativo para prosperar, celebrando que el Congreso avance en reformas que reconozcan el derecho al cuidado digno y promuevan un sistema nacional de cuidados.
Recalcó que estas reformas no son un gesto de buena voluntad, sino una deuda histórica con millones de mujeres y familias, y exhortó a legisladores y legisladoras de la región a impulsar leyes que conviertan el cuidado en un derecho fundamental, entendiendo que es una palanca clave para reconstruir el tejido social. Concluyó deseando éxito en los debates y propuestas del foro, e invitando a consolidar un nuevo pacto social basado en la igualdad sustantiva y la corresponsabilidad en los cuidados.
Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Gobernación, enfatizó la larga lucha histórica de las mujeres mexicanas por el reconocimiento de sus derechos políticos, sociales y económicos. Destacó los avances logrados, como la paridad de género en el poder legislativo, la presencia creciente de mujeres en cargos públicos y la presidencia encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo, así como la importancia de consolidar políticas públicas que reconozcan y promuevan la igualdad sustantiva y la sociedad del cuidado.
Mesa de discusión
Durante los trabajos del día, la mesa de discusión estuvo integrada por Carolina Coser, senadora de Uruguay; Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL; Ana Virginia Moreira Gómez, directora regional de la Organización Internacional del Trabajo; y María Noel-Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres.
De acuerdo con Ana Güezmes García, la región enfrenta múltiples crisis que amenazan con profundizar la desigualdad histórica. Sin embargo, la crisis de los cuidados se ha agudizado debido a la creciente demanda generada por el envejecimiento poblacional, las tendencias epidemiológicas y el cambio climático, factores que superan la capacidad de las personas dedicadas a estas tareas.
El nuevo paradigma, señaló, es apostar por una sociedad del cuidado, que priorice la sostenibilidad de la vida, así como el cuidado de las personas y del planeta, en un modelo de desarrollo que impulse la igualdad de género en las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible.
El derecho humano al cuidado forma parte de los derechos ya reconocidos en pactos y tratados internacionales, y contempla el derecho de las personas a cuidar, ser cuidadas y ejercer el autocuidado.
Por ello, es necesario reconocer el valor del trabajo de cuidado y los derechos de quienes lo proveen, superando la asignación estereotipada de esta responsabilidad exclusivamente a las mujeres.
Ana Güezmes García explicó que existen tres hitos en la forma en que se ha abordado el cuidado de las mujeres:
- De 1977 a 2007, cuando el cuidado se consideraba una prestación parcial para mujeres con empleo formal, incluyendo a algunos trabajadores hombres y padres, con medidas de conciliación familiar.
- De 2010 a 2016, cuando se avanzó en políticas públicas más amplias sobre el tema.
- De 2020 a 2025, etapa en la que se promueve la idea de la sociedad de cuidados y la sostenibilidad, con la necesidad transversal de generar políticas y sistemas integrales de cuidados.
Asimismo, apuntó que la Ciudad de México fue la primera en la región en establecer un reconocimiento convencional y constitucional del trabajo doméstico no remunerado y del derecho al cuidado. Le siguieron Ecuador (2008), República Dominicana (2009), Estado Plurinacional de Bolivia (2009), República Bolivariana de Venezuela (1999) y Cuba (2019).

Posteriormente, Ana Virginia Moreira Gómez sumó a la conversación con el tema de las licencias de cuidado y las normas laborales, subrayando que son esenciales para avanzar en la autonomía de las mujeres. Recordó que, desde 2003, se crearon el Convenio 100 sobre igualdad de remuneración y el Convenio 111 sobre la discriminación, los cuales marcaron una ruta pionera para garantizar la igualdad de las mujeres en los espacios de trabajo. Tiempo después, en 1999, se aprobaron los Convenios 183 y 191, que reforzaron la protección de la maternidad.
En 2024, se firmó el primer acuerdo tripartito internacional que destaca las conexiones esenciales entre la economía del cuidado, la igualdad de género, el trabajo decente, el desarrollo sostenible y la justicia social. Este acuerdo señala que la consecución de un trabajo decente incluye la adopción y aplicación efectiva de políticas de licencias —de paternidad, parentales y de cuidados de larga duración—, así como servicios de cuidado bien diseñados.
En cuanto a las licencias de maternidad, Moreira Gómez, explicó que son necesarias para reconocer el derecho de las mujeres a descansar del trabajo durante el embarazo, el parto y el periodo postnatal, por tanto, el Convenio 183 estableció un mínimo de 14 semanas de licencia de maternidad (con una recomendación de 18 semanas), el pago de al menos el 67% de los ingresos previos, la financiación a través de la seguridad social o de impuestos generales —y no por los empleadores—, así como la protección de la lactancia, la seguridad laboral y la prohibición de la discriminación.
Asimismo, la Recomendación 183 otorgó derechos de lactancia, contabilizando este tiempo como parte de la jornada laboral y con remuneración. Estos periodos pueden agruparse en un solo bloque al inicio o al final de la jornada, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS. No obstante, Moreira advirtió que las licencias de paternidad siguen siendo insuficientes. El Convenio 156 contempla licencias para atender a hijas, hijos o familiares directos que requieran cuidados por enfermedad.

María Noel-Vaeza continuó la conversación abordando los desafíos actuales que enfrenta la región. El primero, señaló, es el reconocimiento del cuidado como un derecho humano que debe estar contemplado en las legislaciones nacionales.
Recordó que “cuidar, ser cuidado y ejercer el autocuidado es un derecho humano”. No obstante, persisten nudos estructurales que dificultan el avance hacia la igualdad de género. En un contexto de crisis múltiples, el cuidado debe entenderse como un derecho basado en los principios de igualdad, universalidad y corresponsabilidad social y de género.
Destacó que los Estados y parlamentos tienen un rol central para garantizar este derecho mediante marcos legales, financiamiento sostenible y mecanismos de rendición de cuentas. Para ello, se requieren marcos normativos que impulsen políticas y sistemas integrales de cuidado con enfoque de género, interseccionalidad, interculturalidad y derechos humanos. También es necesario promover presupuestos con perspectiva de género, financiamiento progresivo y participación ciudadana.
Entre sus recomendaciones, subrayó la importancia de fortalecer la arquitectura de género en todos los poderes del Estado, aumentando la asignación de recursos financieros, técnicos y humanos; promover la ratificación y aplicación efectiva de las normas internacionales del trabajo sobre los tiempos de cuidado; y reconocer el cuidado como un derecho humano que incluye el derecho a cuidar, a ser cuidado y a ejercer el autocuidado.
Asimismo, planteó la necesidad de adoptar marcos normativos que garanticen este derecho mediante políticas y sistemas integrales de cuidado; diseñar y aplicar políticas de Estado que favorezcan la corresponsabilidad de género —incluyendo licencias de maternidad, paternidad y parentales remuneradas y con protección legal, así como licencias para cuidados de larga duración y por motivos urgentes—.
Propuso promover licencias de paternidad remuneradas e intransferibles; licencias parentales que permitan a todas las madres y padres cuidar a sus hijas e hijos durante los primeros meses de vida sin temor a perder el empleo o los ingresos; e implementar licencias para cuidados de larga duración o por motivos urgentes, que amplíen la cobertura a familiares más allá de las hijas e hijos (por ejemplo, personas con enfermedades graves, discapacidad o personas mayores).
También recalcó la necesidad de garantizar el financiamiento y los recursos suficientes para hacer efectivo el derecho a las licencias de maternidad, paternidad y parentales, considerando mecanismos para ampliar la cobertura legal y real mediante programas contributivos y no contributivos para trabajadoras y trabajadores informales, cuentapropistas o autoempleados.
Sugirió garantizar este derecho en el ámbito educativo de nivel terciario, promover la incorporación en los marcos normativos de la medición periódica de encuestas de uso del tiempo, y adoptar medidas para proteger y promover de forma efectiva los derechos humanos de todas las trabajadoras.
Finalmente, la vicepresidenta y presidenta del Senado de Uruguay enfatizó que la sociedad de cuidados debe ser una herramienta para lograr la autonomía de las mujeres y romper las barreras que les impiden acceder al conocimiento y a la toma de decisiones.
A partir del mañana 12 de junio los trabajos de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe, continuarán en el Centro Cultural Tlatelolco.
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