Pues este próximo domingo se conmemora el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, que busca dejar de criminalizar a las mujeres que hayan tenido que recurrir a interrumpir su embarazo, pero también es un día en favor de la vida, porque se busca que ninguna mujer muera por uno mal practicado.
Si bien hoy el foco es el aborto o la interrupción legal del embarazo, es importante recordar que desde el movimiento feminista se han demandado acciones integrales en torno a la interrupción del embarazo no deseado.
Ya en la década de los setenta la consigna era “aborto libre para no morir; anticonceptivos para no abortar” porque no es que el movimiento feminista promueva el aborto como una práctica anticonceptiva o cotidiana.
Lo que se busca es que las mujeres puedan ejercer la sexualidad libremente y con condiciones para poder evitar embarazos no deseados.
Porque hay que recordar que las mujeres recurren al aborto porque no pudieron evitar embarazarse.
Y podrá sonar que ante la modernidad las mujeres tienen todas las condiciones para evitar un embarazo y no es así.
Ellas aún no lograr ser dueñas de la fecundidad, por varias razones, entre las más importantes por la violencia que se ejerce contra las mujeres, así como las enormes desigualdades que perviven en todo el mundo.
Por ejemplo, en nuestro país, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023, el uso de anticonceptivos entre adolescentes de 15 a 19 años apenas alcanzó el 60%, es decir 4 de cada 10 jóvenes que tienen vida sexual activa NO están accediendo a anticonceptivos.
Mientras que el acceso a métodos de emergencia depende casi exclusivamente del sector privado, donde el 88.6% se obtiene en farmacias y a costos difíciles de cubrir para estas jóvenes, señala la ENADID.
Uno de los grupos etarios más vulnerables son las niñas, de acuerdo con la organización Equifonía con sede en Veracruz, las niñas de 10 a 14 años que egresaron de hospitales del estado por un procedimiento de interrupción al embarazo, en su mayoría viven en “unión libre” (44%), situación que no puede pasar desapercibida por el personal de salud, siendo imperativo dar parte a Fiscalías especializadas y a Procuradurías de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para su investigación, ya que es probable que hayan sido producto del delito de pederastia.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, más del 60% de los embarazos no deseados terminan en aborto y se estima que el 45% de todos ellos son inseguros, lo que representa entre el 5% y el 13% de todas las muertes maternas registradas en el mundo.
Estos datos, nos revela que las mujeres en el mundo, siguen sin tener el control de su sexualidad y de su fecundidad, pues el mismo Fondo de Población señala que estos embarazos no deseados se producen porque las mujeres no pueden acceder a métodos anticonceptivos ya sea por desabasto, por falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, por cuestiones religiosas, por violencia, por guerras y otras crisis solo agravan la situación.
Casi una cuarta parte de todas las mujeres se sienten incapaces de decir que no a las demandas de sexo, es decir, las mujeres están teniendo sexo porque se sienten obligadas a hacerlo no porque lo desean. Si no pueden planear su vida sexual mucho menos el uso de anticonceptivos.
Y esto lleva a que esas mujeres recurran a prácticas inseguras de aborto, con consecuencias funestas. Cada año mueren hasta 39 mil mujeres por falta de servicios de aborto seguro.
Pero antes del aborto, las mujeres tendríamos que tener garantizado las condiciones para poder ejercer la sexualidad libre de cualquier tipo de violencia, acceso a la información científica sobre toda la gama de anticonceptivos que existen en la actualidad y los cuales deben estar accesibles para todas las mujeres de manera gratuita.
Por lo tanto, este 28 de septiembre no solo debe hablarse del aborto sino de las causas que provocan que esta práctica siga siendo la última alternativa de las mujeres que no pudieron evitar un embarazo que no deseaban.