Inicio AgendaEl legado de Leonor Aída Concha, pionera que entrelazó fe y feminismo

El legado de Leonor Aída Concha, pionera que entrelazó fe y feminismo

Por Wendy Rayón Garay

Ciudad de México.- A los 92 años de edad, la feminista religiosa Leonor Aída Concha falleció el pasado 15 de octubre y con su partida dejó un legado que marcó la historia del feminismo mexicano desde la teología de la liberación, esta mujer fue reconocida por desafiar las estructuras patriarcales dentro de la Iglesia católica desde donde dedicó su vida a construir espacios de libertad, logrando enlazar fe y el movimiento de mujeres.

La historia de Leonor es, en muchos sentidos, la de una mujer que desafió las estructuras más sólidas de su tiempo: la Iglesia, la tradición y la obediencia religiosa. Su activismo feminista se desarrolló en medio de tensiones con la jerarquía eclesiástica. Denunció el lugar subordinado que ocupaban las mujeres en la Iglesia católica, restringidas a tareas auxiliares y sin poder real de decisión. Su propuesta fue radical para la época, ya que demandaba estructuras democráticas dentro de las congregaciones, reconocimiento a la autoridad femenina y una teología desde las experiencias de las mujeres.

Leonor nació el 12 de noviembre de 1933 en la ciudad de Chihuahua al norte de México y provenía de una familia marcada por dos tradiciones ideológicas y espirituales: el cristianismo y la masonería. Su padre, le enseñó los valores masones y poseía el grado 33, solía organizar reuniones de la logia en su casa; mientras que su madre, fue hija cristiana de hacendados campesinos despojados por la Revolución mexicana. Esa convivencia de creencias opuestas forjó en la feminista su convicción por la diversidad de ideas y del valor de la libertad individual.

Su padre murió cuando ella apenas tenía siete años quedando exclusivamente al cuidado de su madre. De esta manera se aceró a la fe católica e ingresó desde niña a los grupos de la Unión Católica, aunque para sus trece años se convirtió por completo al cristianismo y vivió lo que describe como una «conversión profunda»,

A los pocos años conoció a las Hermanas del Servicio Social, una congregación religiosa distinta a las tradicionales, ya que fue fundada por mujeres profesionistas que buscaban romper con los modelos jerárquicos y autoritarios de la vida religiosa. Bajo la guía de Ymelda Tijerina Tristayn —su mentora espiritual— Leonor abrazó una vida comunitaria más democrática y libre. Desde joven comenzó a visitar comunidades campesinas para dar conferencias y compartir su formación descubriendo que había otras formas de vida para las mujeres que no fuera el matrimonio o la maternidad.

Su militancia religiosa la llevó a participar en movimientos ecuménicos, para unificar las distintas confesiones cristianas, y en espacios de reflexión teológica en América Latina. En los años 70 se involucró con la teología de la liberación, corriente impulsada por Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff, que se caracterizaba por poner a las luchas sociales en el centro de la acción cristiana. Esta perspectiva la llevó a cuestionar el papel subordinado que la Iglesia les imponía a las mujeres y más tarde, construyó su propio pensamiento feminista.

Con el tiempo comenzó a ganar reconocimiento y participación en espacios donde históricamente las mujeres eran excluidas. En 1983 fue elegida para pronunciar el discurso por América Latina durante la conmemoración de los mil años de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Esto fue un hecho insólito que desató incomodidad entre jerarcas eclesiásticos, pues era católica y mujer.

El feminismo llegó a su vida en 1978 cuando dentro de su congregación se debatió si participar o no en el movimiento de mujeres, pues algunas lo consideraban «peligroso» por cuestionar estructuras de poder patriarcales como el aborto. Con el apoyo de Ymelda Tijerina Tristayn, se acercó a las feministas de Cuernavaca, una de ellas fue Betsie Hollants, periodista, lingüista y activista social fundadora del Centro Intercultural de Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL). Ahí encontró «su lugar en la historia».

Para 1979 fundó la organización Mujeres para el Diálogo, un espacio pionero que buscó tender puentes entre el feminismo y la Iglesia, así como disputar el poder simbólico y político al interior del catolicismo desde una perspectiva de derechos humanos y justicia de género. Comenzó por organizar encuentros nacionales de mujeres cristianas para hacer una propuesta de la teología de la liberación desde la mirada de las mujeres junto con Ivone Gebara, teóloga feminista brasileña. Desde entonces comenzó a autopercibirse como una feminista cristiana.

Sus ideales la llevaron a participar en las cuatro Conferencias Mundiales sobre la Mujer, también fue asesora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y formó parte del grupo de consulta sobre género en el Consejo Mundial de Iglesias. Fue cofundadora de la Comisión Coordinadora de la Red Nacional Género y Economía (REDGE), colaboró con la Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía, la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio y la Coordinación Nacional de Mujeres de Organizaciones Civiles «Por un Milenio feminista».

También fue socióloga por la Universidad Católica de chile y maestra en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana de México, así como consejera, teóloga, editora, autora y colaboradora de materiales de difusión y publicaciones sobre alfabetización, trabajo, economía y migración, así como una figura referente para varias generaciones de mujeres religiosas y feministas.

Para 2013, fue reconocida en el Encuentro Nacional Feminista en Guadalajara, Jalisco, y cinco años después recibió el premio «Juana Belén Gutiérrez de Mendoza» en la Reunión Nacional del Frente Feminista Nacional en Querétaro.

Hoy, la figura de Leonor Aída Concha es recordada por visibilizar que el feminismo no está en disputa con las creencias religiosas y que las instituciones deben ser interpeladas por las mujeres. Su legado continúa vivo en las redes feministas, en los movimientos de las creyentes y en la memoria de quienes encontraron en ella una guía espiritual y política.


También en Cimacnoticias

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más