Inicio AgendaFilme “Las Sufragistas”, retrata lucha de mujeres inglesas por el derecho a una ciudadanía plena

Filme “Las Sufragistas”, retrata lucha de mujeres inglesas por el derecho a una ciudadanía plena

Por Paola Piña

Ciudad de México.- Inspirada en el movimiento sufragista británico de inicios del siglo XX, la película Las sufragistas (2015) narra la lucha de un grupo de mujeres obreras que, ante la opresión del Estado y la violencia patriarcal, decidieron organizarse y enfrentar la criminalización, la represión y el estigma social con tal de conquistar un derecho negado históricamente.

Esta obra cinematográfica, dirigida por Sarah Gavron, transporta a las y los espectadores a 1912, a una Inglaterra atravesada por profundas desigualdades de género. En esta época, las mujeres eran relegadas al ámbito privado y se les negaba sistemáticamente la posibilidad de participar en la vida política.

En este contexto emerge la historia de Maud Watts, interpretada por Carey Mulligan, una trabajadora de lavandería sometida a largas jornadas laborales, bajos salarios y abusos constantes por parte de su jefe. Ella es la representación de las mujeres de su tiempo: resignadas a un destino impuesto y sin conciencia de sus derechos. 

Sin embargo, su vida da un giro cuando una compañera la introduce en el movimiento sufragista, donde conoce a mujeres dispuestas a desafiar al Estado británico para conquistar un derecho básico: a una ciudadanía plena comenzando por el voto.

Aunque gran parte de los personajes del filme son ficticios, la historia se entrelaza con figuras históricas reales. Una de ellas es Emmeline Pankhurst (Meryl Streep), líder emblemática del sufragismo británico y creadora de la Women’s Social and Political Union (WSPU), La Unión Social y Política de Mujeres que fue la principal organización inglesa que luchó por el voto de las mujeres.

Pankhurst encabezó una lucha frontal contra el gobierno, después de que durante décadas las peticiones pacíficas fueran ignoradas. Su lema, recordado en el filme: “Hechos, no palabras” nos deja ver su resistencia frente a la oposición . Por ello, tanto ella como sus compañeras fueron catalogadas como radicales y peligrosas, lo que llevó a más de mil mujeres, incluida ella, a ser llevadas a la cárcel en múltiples ocasiones.

 Mujeres en rebelión

A medida que Maud se involucra en el movimiento sufragista, empieza a enfrentar los estragos de un sistema que busca a toda costa que desista. Es encarcelada en varias ocasiones por su activismo, lo que provoca que pierda su empleo; incluso su esposo, al verla desafiar las normas de la época, la abandona y le quita la custodia de su hijo, a quien finalmente da en adopción sin su consentimiento.

Cabe recordar que fue hasta 1925 cuando la ley comenzó a reconocer los derechos de las madres sobre sus hijos en Inglaterra. Esto explica por qué, pese a ser las principales cuidadoras, las mujeres podían ser despojadas de sus hijos, pues los hombres contaban con pleno respaldo legal como lo refleja el filme.

Pese a todo lo que enfrentó, Maud no desistió. Incluso desafió de frente a las autoridades, demostrando sin miedo ni titubeos su hartazgo por las marcadas desigualdades que impedían que las mujeres fueran reconocidas como iguales a los hombres, por lo que dejar de manifestarse o quebrantar la ley no era opción.

Cabe recordar que esta película se sitúa previo a la Primera Guerra Mundial, uno de los hechos más trágicos de la humanidad, donde miles de personas fueron asesinadas. No obstante, es importante resaltar que las sufragistas eran señaladas como “inequilibradas mentales” o “revoltosas”, mientras que los hombres que serían entrenados para matar, serían vistos como héroes nacionales.

“Rompemos ventanas, quemamos cosas porque la guerra es el único idioma que escuchan.”. Maud, personaje central de la película.

La cinta también hace referencia a uno de los hechos históricos más impactantes del movimiento: el sacrificio de Emily Wilding Davison, sufragista que murió tras arrojarse a la pista durante la carrera de caballos del Derby de Epsom, en un acto extremo para dar visibilidad internacional a la lucha por el voto.

Gracias a los esfuerzos de miles de mujeres, el movimiento sufragista británico culminó con una victoria histórica. Primero, en 1918, las mujeres mayores de 30 años con propiedades pudieron votar.

Años más tarde, el 2 de julio de 1928, se aprobó la Ley de Igualdad de Sufragio, que otorgó el derecho al voto en igualdad de condiciones que los hombres; sin embargo, Emmeline Pankhurst no vivió para presenciar este triunfo, ya que murió semanas antes de su aprobación.

La lucha por el voto femenino no fue exclusiva de Inglaterra, pues para ese momento eran pocos los países que lo otorgaban. En el caso de México, aún faltarían 25 años para permitir que las mexicanas pudieran participar en la vida política.

Este logro fue solo el inicio del movimiento feminista. La lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia persiste hasta hoy; la rebelión no ha cesado, solo se ha transformado.


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