Ciudad de México.- Madres de familia y alumnas de la secundaria técnica 1, en la capital de Zacatecas, se manifestaron para denunciar la creación y difusión de material de abuso sexual infantil generado mediante inteligencia artificial (IA) por uno de los alumnos.
Este tipo de violencia sexual digital contra niñas y adolescentes no es el único caso registrado este año en la entidad, donde la impunidad por parte de las autoridades sigue siendo una constante.
Pese a que el delito fue cometido por uno de los alumnos de la institución y se logró evidenciar, las madres han referido que el personal de la escuela han revictimizado a las adolescentes, no sólo sin asegurar que el agresor sea llevado a rendir cuentas ante la ley, sino que han acusado a las propias alumnas de ser culpables de los actos cometidos en su contra.
Estos hechos recientes no son los únicos registrados en Zacatecas. De acuerdo con el último reporte anual Violencia sexual digital contra las mujeres en México, elaborado por el Frente Nacional para la Sororidad (FNS), en la entidad se habían contabilizado 463 carpetas de investigación por el delito de violencia sexual digital.
Sin embargo, hay más casos de distinta índole que no se han logrado denunciar en la entidad. Recordemos que en septiembre pasado en Zacatecas se destapó que, mediante grupos de Telegram y WhatsApp integrados por más de 2 mil hombres, se aprovechaban esos canales digitales para intercambiar contenido íntimo de mujeres zacatecanas sin su consentimiento. Por ello, tanto mujeres víctimas como colectivas feministas se manifestaron para exigir justicia.
Sin embargo, la impunidad proliferó en el caso, pues una de las manifestantes compartió con Cimacnoticias que, tras acudir a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas para presentar una denuncia, le solicitaron las pruebas que tenía como evidencia. Estas fueron entregadas y puestas a disposición de la autoridad, no obstante, pese a contar con material suficiente para iniciar una investigación, le mencionaron que necesariamente tenían que acudir las víctimas a denunciar.
Ante este caso se manifestó Olimpia Coral Melo, defensora de los derechos digitales, quien exigió a la Fiscalía General del Estado de Zacatecas investigar la red de más de 2 mil agresores sexuales. Asimismo, confirmó que lo que ocurre en Zacatecas no es un hecho aislado, sino una práctica que persiste:
“Los agresores se siguen manteniendo activos; las violencias que cometen son una forma de demostrar el poder que creen tener sobre nuestros cuerpos e intimidad, validando un machismo que nos ve como objetos y no como sujetas de derechos”.
Violencia sexual digital en todo el país
Tal y como advirtió Coral Melo, estos hechos recientes no son los únicos registrados. Siguiendo con el informe del Frente Nacional para la Sororidad (FNS), la situación se replica en todo el país. Los estados con mayor número de casos son: Ciudad de México (2,682), Querétaro (2,556), Puebla (1,095), Aguascalientes (776), Quintana Roo (649), Guerrero (205), Campeche (145), Chiapas (127), Sonora (91), Nayarit (42) y Tlaxcala (10).
Cabe señalar que el uso de deepfakes se ha incrementado con mayor frecuencia. El término deepfake proviene de la combinación de los conceptos deep learning (aprendizaje profundo) y fake (falso). Se refiere a la generación de contenido mediante redes neuronales artificiales y es una rama del machine learning (aprendizaje automático) que crea contenido falso pero realista. El término emergió en 2017, cuando un internauta subió a la red un video pornográfico en el que el rostro de la actriz fue reemplazado por el de una celebridad.
Desde entonces, la elaboración de deepfakes se popularizó y se ha utilizado para falsificar rostros de cualquier persona; sin embargo, la mayoría de estos casos han afectado a mujeres. El uso de esta tecnología para crear contenido sexual falso rompe cualquier barrera: niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres adultas, indígenas, afrodescendientes e incluso personalidades con poder, como celebridades, funcionarias e incluso mandatarias.
Uno de los casos más representativos en México y a nivel mundial fue el de ocho estudiantes de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Ciudad de México. El 6 de octubre de 2023, denunciaron a Diego N., estudiante de la institución, por vender deepfakes sexuales elaboradas con inteligencia artificial y sin consentimiento, a través de Telegram. En su tableta electrónica se hallaron 20 mil videos y 166 imágenes obtenidas ilegalmente o por medio de redes sociales.
El 9 de marzo de 2024, el estudiante fue vinculado a proceso por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Sin embargo, en diciembre de 2024, el juez Francisco Salazar Silva lo absolvió en el caso de dos alumnas, tras determinar que no se pudo acreditar que el dispositivo electrónico donde se halló el material le perteneciera.
Con esta decisión se perdió la oportunidad de dictar la primera sentencia en México por la creación y distribución de deepfakes de contenido pornográfico. No obstante, el 21 de mayo de 2025, Diego N. fue sentenciado en el Reclusorio Oriente por el delito de pornografía infantil en un proceso separado de la denuncia de las estudiantes. Esta nueva denuncia fue interpuesta en abril de 2025, donde la víctima fue una menor de edad.




