Más de mil personas marcharon ayer en esta ciudad, como un ensayo de lo que ocurrirá el primero de mayo, en pro de la reforma migratoria integral.
Mientras en Los Ángeles se preparan los «santuarios» para albergar a inmigrantes sin documentos que consideren estar en peligro de deportación. Los santuarios, recintos religiosos dispuestos a recibir a las personas indocumentadas, se ubicarán en por lo menos 18 ciudades, de 13 estados del país.
La marcha en Nueva York, que recorrió desde Battery Park, en el Bajo Manhattan, hasta la alcaldía de la ciudad, fue realizada no sólo por la reforma, sino también en demanda de mejoras a la educación, salud y vivienda.
Organizada por la New Cork Immigration Coalition, integrada por más de 60 organizaciones, la marcha reunió a inmigrantes de todos los continentes y de todas las edades.
«We march for english classes for immigrants» (marchamos por clases de inglés para los inmigrantes), «we march to end discriminations» (marchamos para terminar con la descriminación), o «rent is too expensive, no more homeless» (los alquileres son muy caros, no mas desamparados), «reforma migratoria integral» y «no a las redadas», fueron las consignas que salieron de las más de mil gargantas.
En su momento, Chung-Wha Hong, director ejecutivo de la Coalición de Inmigrantes, dijo que «aunque la ciudad de Nueva York ha hecho algunas mejoras en sus políticas para inmigrantes en los últimos años, más de la mitad de menores inmigrantes que tiene problemas con el inglés abandona sus estudios en la escuela».
Además, agregó, las familias de inmigrantes tienen tres veces más tendencia a vivir hacinados, tienen tres veces más tendencia a no tener seguro de salud y no tienen acceso igualitario a los servicios que da la ciudad, debido a barreras como el idioma.
SANTUARIOS
Por otra parte, el periódico Hoy informa que iglesias de diferentes credos religiosos de esta ciudad y del resto del país anunciarán en los próximos días el lanzamiento de un movimiento nacional, en el que recintos religiosos servirán como «santuarios» para las y los indocumentados que están siendo buscados por las autoridades de Inmigración.
Esta iniciativa busca impactar las negociaciones que se llevan a cabo en el Congreso para aprobar una reforma migratoria.
«No queremos romper la ley, pero tampoco vamos a dejar desamparada a nuestra gente?, dijo a Hoy el sacerdote César Arroyo, de la Iglesia San Pablo. «Somos parte de este movimiento para albergar inmigrantes».
De esta forma, se unirán al espíritu del movimiento santuario de la década de los 80, cuando miles de centroamericanos llegaron a Estados Unidos para buscar refugio por el conflicto armado que se vivía en sus países.
La idea volvió a surgir en Los Ángeles en agosto del 2006, cuando la inmigrante mexicana Elvira Arellano se refugió en una iglesia metodista de Chicago para evadir una cita que tenía con Inmigración, relacionada a una orden de deportación.
En Chicago, participarán en la iniciativa interreligiosa alrededor de 17 iglesias de nominación católica, luterana, metodista y presbiteriana, entre otras. Al proyecto también se han unido la Coalición Por los Derechos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO) y Hermandad Mexicana.
«Los cristianos lucharemos para prevenir y evitar que las familias sean divididas», dijo la reverenda Alexia Salvatierra, directora ejecutiva de Clérigos y Laicos Unidos por Justicia Económica (CLUE), a una agencia de noticias, publica el rotativo. «Estas son congregaciones de todo el país que ven esto como un asunto moral. La comunidad religiosa tiene la tradición de ser la voz de los que no tienen voz».
Por su parte, Arturo López, Administrador Pastoral de la Misión Dolores, en Boyle Heights, indicó que esta congregación no está participando del nuevo movimiento santuario, porque en realidad ellos siempre han estado en ello.
«No estamos en ese proceso, porque nuestro trabajo ha sido albergar a inmigrantes desde que se fundó el Proyecto Guadalupano, en 1988», expreso López. «En el nuevo movimiento, las iglesias abrirán sus puertas para recibir a los inmigrantes».
Por su parte, el padre Richard Estrada, uno de los promotores del movimiento en Los Ángeles, dijo durante una reciente reunión en la que participaron varios líderes religiosos, activistas comunitarios y miembros de la comunidad, que La Placita es y será la iglesia de los pobres. En nuestro corazón tenemos el espíritu del padre [Luis] Olivares, somos y nunca hemos dejado de ser un santuario».
Estos nuevos santuarios ya tienen varias familias listas para albergar, las cuales acudieron a las organizaciones comunitarias en busca de ayuda, después de las recientes redadas de Inmigración. Aunque aún falta coordinar algunos aspectos, se tiene considerado entregarles las llaves de los centros religiosos para que los inmigrantes puedan entrar y salir cuando se sientan en peligro de ser detenidos.
La reverenda Salvatierra preciso que las metas del nuevo movimiento santuario son: asumir una posición moral y pública sobre los derechos de los inmigrantes y proteger a inmigrantes contra el odio.
El proyecto contará con varios componentes: educación, activismo, hospitalidad, asesoría legal, apoyo material. Los inmigrantes tendrán acceso a abogados especialistas en Inmigración, para que los asesoren en su situación.
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