La construcción de Corredores biológicos como parte del Plan Puebla Panamá causará desplazamiento de poblaciones principalmente en México, donde más de 10 millones de mujeres se convertirán en las jefas de familia y tendrán como opción trabajar en el campo o en las maquilas.
Así lo señaló hoy la coordinadora de Mujeres para el Diálogo, María del Carmen Montesinos Castillo, entrevistada durante su participación en el Foro Estatal sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Plan Puebla Panamá (PPP) y los Derechos de las Mujeres, convocado por la Coordinadora Diocesana de Mujeres (CODIMUJ) y celebrado en San Cristóbal de Las Casas.
Ahí, Montesinos hizo una breve y concisa explicación sobre los objetivos y las estrategias del PPP y señaló que en él están involucradas 63 millones de personas, de las que 27.5 millones están en la parte sureste de México y la mitad de ellas son mujeres e indígenas.
Apuntó que la construcción de corredores biológicos, una de las estrategias del PPP para la instalación de infraestructura en México, incluye 25 presas hidroeléctricas que traerá consigo el desalojo de cientos de comunidades.
En un informe presidencial se dijo que de 10 millones de indígenas que habitan en la parte sureste del país van a quedar dos millones, comentó la coordinadora de Mujeres para el diálogo.
La pregunta es ¿a dónde se va a ir toda esa población? Pues si se dirigen a las orillas de las ciudades se formarán más focos de marginalidad, explica Montesinos Castillo.
Pero además, el llamado desarrollo sustentable afectará también a la biodiversidad de México, está destinada a destruir la cultura indígena y va a alentar los desplazamientos a ciudades de norte o a Estados Unidos.
Esto ocasionará el incremento de hogares encabezados por mujeres, a quienes sólo les quedará la opción de trabajar en el campo o en las maquilas donde se sabe no se respetan los derechos laborales como una de las condiciones de las transnacionales para su instalación.
El panorama es desalentador aprecia Montesinos, pero queda la alternativa de que las mujeres se organicen y resistan a la embestida neoliberal que significa el PPP. «En la medida en que las mujeres tengan información pondrán muchos obstáculos para la ejecución del PPP».
Este Plan significa más pobreza, más trabajo para toda la población, pero sobre todo para las mujeres, dijo, por ello es necesario redoblar esfuerzos para que las mujeres hagan respetar sus derechos.
«Si el comercio es lo que se está imponiendo como la dinámica continental del PPP, hay que pararlo, no hay que darle chance al comercio, sino debemos aprender a vivir con lo que tenemos en la comunidad», opinó Montesinos ante la pregunta final qué hay que hacer?.
Finalmente advirtió que el PPP no está suspendido como se ha hecho creer, lo que sucede es que ha bajado su perfil publicitario a raíz del rechazo por parte de cientos de organizaciones han manifestado, pero las obras se siguen construyendo, advirtió.
2003/VVS/MEL
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