Pese a que el cambio climático acentúa el fenómeno de la migración y agrava los problemas de marginación e inequidad de las mujeres, estos fenómenos sociales son poco investigados, coincidieron especialistas en cambio climático.
Durante el foro «Cambio climático y género. Migración y otras estrategias para enfrentar sus efectos», representantes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la organización Oxfam México y la Fundación Heinrich Böll destacaron la importancia de investigar estos temas.
Ingrid Spiller de la Fundación Heinrich Böll y Carmen Cruz del PNUD, sostuvieron que no se debe ignorar la participación de las mujeres para hacer frente al cambio climático y que la actual feminización de la migración es, en parte, consecuencia del mismo.
Sin embargo el investigador del Centre on Migration, Citizenship and Develpment (COMDA), Stefan Alsher, lamentó que no exista investigación más profunda y que el debate sobre migración ambiental se genere por el gobierno del «norte» como una estrategia para despolitizar otras causas de este fenómeno social.
Consideró que este tipo de movilidad social debe verse como un sistema complejo en donde intervienen los impactos del libre comercio, la crisis del campo, la inestabilidad política, las redes migratorias que ya existen y los factores ambientales.
Actualmente, los riesgos de desastres ambientales que son de mayor magnitud y frecuencia, incrementa en algunas partes la migración a largo plazo y permanente, sobre todo de jóvenes, sostuvo.
Al respecto las investigadoras Jenny Jungehulsing, Teresa Cortes Fiesco y Agnes A. Babugura, presentaron ejemplos referentes a los procesos de migración en Chiapas y a la inclusión de la perspectiva de género en los procesos organizativos en Sudáfrica.
Jenny Jungehulsing señaló que a través de un estudio de caso en Chiapas se puede observar que los papeles tradicionales de mujeres y hombres, aunado a fenómenos climatológicos extremos como lluvias prolongadas, deslizamientos de tierra, inundaciones y enfermedades hicieron que la migración se acentuara.
María Teresa Cortes, explicó que debido a que Chiapas es un uno de los estados más pobres del país afectado por problemáticas sociales y ambientales, el desarrollo sustentable y la soberanía alimentaria aún son retos que se deben enfrentar.
Para esto es fundamental la organización y la participación activa de las mujeres, afirmó y dijo que con la acción social no se busca suplir las obligaciones del gobierno, sino «entrar» en las comunidades donde el gobierno no llega y difundir las necesidades de las mujeres.
Finalmente Agnes A. Babugura de la Universidad de Witwatersrand de Sudáfrica, mencionó hay que entender que los cambios experimentados por los largos inviernos, frío o calor extremo, o lluvias prolongadas tienen un impacto en los hogares, en las finanzas de las familias y en la salud de las personas.
Dijo que en Sudáfrica una estrategia ha sido invitar a las y los jóvenes a participar y cambiar la actitud de las comunidades para reducir las desigualdades de género y a su vez aminorar el trabajo de las mujeres, quienes están encargadas de tareas como la alimentación y el sustento del hogar.
De acuerdo con estas investigaciones, las políticas de Estado no toman en cuenta la relación con el cambio climático, la pobreza, la marginación y las desigualdades, por lo tanto las organizaciones consideraron necesario hacer más investigación para relacionar estos temas.
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