Las agresiones y abusos de autoridad cometidos contra mujeres transexuales de Ciudad Juárez, Chihuahua, se han agudizado desde que elementos del Ejército y de la Agencia Federal de Investigación (AFI) llegaron a la ciudad en marzo pasado, denunciaron activistas, de acuerdo con la agencia NotieSe.
Si bien esta población ya era objeto de detenciones arbitrarias, golpizas, extorsiones y hasta robos por parte de la policía municipal, a partir del 28 de marzo han sufrido vejaciones no sólo por parte de esa corporación, sino por otros elementos policíacos «vestidos de negro», que forman parte de las nuevas fuerzas enviadas por Felipe Calderón como parte del Operativo Conjunto Chihuahua, que pretende combatir al crimen organizado, especialmente el Cártel de Juárez.
«Han estado levantando a las chicas sin ningún motivo. Entran a sus departamentos, las cachetean, las insultan, las empujan», narró Déborah Álvarez, coordinadora de programas para la comunidad transexual en la organización civil Misericordia y Vida para el Enfermo con SIDA, en la ciudad fronteriza.
Por este motivo, el 29 de septiembre pasado, varias de las mujeres transexuales acudieron a interponer 18 denuncias por delitos como extorsión, abuso de autoridad, amenazas y robo cometidos en su perjuicio, pero «parece que no les importa, no nos quieren poner atención», señala la activista.
Para el Gobierno y para la sociedad de Ciudad Juárez, dice la activista, «nosotras somos la escoria, si nos golpean a nosotras piensan ‘se lo merecen, andan en la calle’». Recuerda que el año pasado, cuando interpusieron otro grupo de denuncias, las mismas abogadas del Ministerio Público les preguntaban: «¿Para qué andan en la calle?».
El programa que Déborah Álvarez coordina está financiado por el Centro Nacional para la Prevención y Control del SIDA (Censida) de la Secretaría de Salud (SS) federal, pero «eso no les importa; si eres transgénero, eres prostituta y vas a ser prostituta toda la vida».
DETENCIONES
Las transexuales son detenidas por varios motivos; las acusan «de andar vestidas de mujer», de hacer escándalo en la vía pública, de ejercer el trabajo sexual. De estos señalamientos, el Reglamento de Policía y Buen Gobierno sólo especifica como infracción «causar escándalos en lugares públicos, que alteren la tranquilidad de las personas». A esta falta le corresponde, según el criterio del Juez, amonestación, arresto (que no podrá exceder las 36 horas) o multa.
Sin embargo, ellas dicen que si traen en su bolsa 100 pesos para dárselos al policía que las detiene, será suficiente. La situación ha empeorado, afirma Déborah, desde que llegó el Ejército a Ciudad Juárez. «Qué te parece que te pare un militar y te pregunte si traes tu licencia o los documentos de tu carro, peor que un elemento de tránsito, pero ¿sabes por qué lo hacen? Porque nos ven transgénero, con el simple hecho de que nos vean ya es suficiente para encontrarnos delitos».
La comunidad transgénero de Ciudad Juárez vive con miedo. «Ya no sabemos qué hacer. Nos han estado destruyendo, golpeando, persiguiendo». Hace un año y medio pusieron 30 denuncias por las golpizas constantes que recibían, también acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero no vieron resultados.
«¿Qué quieren que hagamos? ¿Que toda la comunidad transgénero se vaya de Ciudad Juárez? Que el presidente municipal (José Reyes Ferriz) nos lo haga saber por medio de la prensa pero, ¿por qué nos tienen que correr de esa manera, a golpes, a persecución, a insultos?», afirmó Déborah con la voz entrecortada.
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