La abogada defensora de las mujeres violadas en el salón «El Pérsico» en Castaños, Coahuila, Sandra de Luna, dijo haber recibido amenazas por representar a las afectadas en el proceso que se sigue en contra de militares.
En entrevista vía telefónica, mencionó que durante el mes de noviembre dos hombres acudieron a las instalaciones de la Comisión de Protección contra la Violencia (Coprovi), organismo que preside, con el objeto de intimidarla.
Aunque hubo testigos del hecho y ya sabe quiénes la amagaron, no presentó denuncia ante las autoridades competentes.
Anteriormente y luego de que los militares agresores fueron capturados por la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), las víctimas fueron amenazadas por familiares de los uniformados, quienes ahora están sujetos a un proceso penal.
Debido a lo anterior, la integridad de las mujeres violentadas se resguarda las 24 horas del día por elementos de la Policía Ministerial.
«El Pérsico», donde las mujeres fueron atacadas sexualmente por militares el pasado 11 de julio y a donde acuden a trabajar a diario, es custodiado por personal de la PGJE. Y desde el pasado día 21 de noviembre se lleva a cabo, en el Juzgado Segundo de Monclava, el careo entre acusadoras y procesados.
De Luna, relató que los dos hombres le advirtieron que en cualquier momento podría sufrir un accidente.
Me dijeron que ya sabían que yo salía mucho a carretera, que viajaba constantemente y que podría pasarme un accidente.
A las mujeres que representa les han ofrecido entre 20 a 30 mil pesos para que se desistan de las demandas.
Ellas están firmes, los quieren ver en la cárcel y no hay dinero que las pueda comprar.
Durante las diligencias de confrontación, los han identificado y han vuelto a señalarlos como culpables.
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