La anticoncepción de emergencia (AE), que cuenta con un amplio consenso internacional, tiene la capacidad de reducir el número de abortos en México como ha ocurrido en otros países como Finlandia, Estados Unidos y China.
De acuerdo con el texto «Estado de la anticoncepción de emergencia en México» de la directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad y Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (SS) Raffaela Schiavon, existen estudios que demuestran que después de la introducción del método desde hace algunos años en Filandia, el número de abortos se redujo 10 por ciento.
Una investigación del año 2000 en los Estados Unidos, reveló que más de 50 mil abortos pudieron ser evitados mediante la AE, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en China más de 50 por ciento de los abortos podrían evitarse con el uso de esta tecnología.
En México, el Consejo Nacional de Población (Conapo) registra 110 mil abortos inducidos al año en tanto que el Instituto Gutmatcher calcula más de 500 mil.
Según la funcionaria de salud, la AE previene tres de cuatro embarazos, sin embargo, aclaró que no se trata de un método abortivo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las pastillas anticonceptivas de emergencia no son efectivas una vez que el proceso de implantación se haya iniciado, por lo tanto no pueden inducir un aborto.
Schiavon, observó que la evidencia científica demuestra que la AE es un método seguro y efectivo dada su capacidad para prevenir un embarazo, pero reiteró, no es abortivo.
Explicó que en nuestro país, antes de introducir la AE en la normatividad de planificación familiar, se confirmaron resultados de estudios que confirmaron que no interfiere en la implantación.
Aclaró que la normatividad mexicana, solamente fueron incluidos los métodos de anticoncepción de emergencia orales, es decir las pastillas, quedando excluidos los que pudieran haber generado polémica respecto a su mecanismo de acción.
La funcionaria federal señaló que cuando existe un embarazo no deseado existe el riesgo de un aborto inducido, lo que varía según países y los contextos, sin embargo insistió en que por lo menos la mitad de los embarazos no deseados pueden derivar en un aborto inseguro, como ocurre en los países en vías de desarrollo.
2005/SM/MR
