Antonieta Rendón participo en esta larga travesía del dolor o la esperanza que es la historia mexicana, como lo señaló el subcomandante insurgente Marcos, en la bienvenida al II Encuentro Nacional de Comités Civiles para el Diálogo Nacional celebrado en Poza Rica, Veracruz, en marzo de 1996.
Ella como muchas mujeres mexicanas apostó a una sociedad diferente donde mujeres y hombres tuvieran cabida no importando sus diferencias culturales o raciales, pero sobre todo en su trabajo por los derechos de las mujeres y hombres indígenas.
La vida de Antonieta Rendón transcurrió en la lucha cotidiana como ama de casa hasta el l de febrero de 1994, apenas un mes después del levantamiento en Chiapas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Al lado de sus hermanas Esperanza y Teresa fue cofundadora del Grupo de Mujeres Rosario Castellanos 23 de Marzo, en el que también participan Rosario Robles y la hoy directora del Instituto de Desarrollo Social (Indesol), Cecilia Loría.
El grupo Rosario Castellanos 23 de Marzo se funda el 31 de enero de 1994 por mujeres integrantes de la sociedad civil, para apoyar especialmente a las mujeres indígenas y campesinas chiapanecas, por ser ellas sobre las que recae de manera más dura su doble condición de pobreza y opresión; así como apoyar sus demandas para garantizar su derecho a la salud, educación, tierra, a la maternidad voluntaria y la participación política.
Antonieta Rendón abandona su hogar y tras la convocatoria feminista para cruzar el cerco militar que rodeaba a las indígenas, especialmente en el ejido Morelia, después de junio de 1995, se traslada a Chiapas para apoyar sus compatriotas indígenas y difundir los atropellos que el ejército comete en contra de la población.
Tony, como la conocen sus amigos, también participa en los cinturones de paz para detener el avance del ejército y caravanas de apoyo. Su compromiso la llevo a trasladar su residencia de la ciudad de México a San Cristóbal de las Casas, para estar más cerca de la población Chiapaneca.
Amiga de Rosario Ibarra de Piedra, integrante del grupo Eureka, Antonieta apoya a las madres de los desaparecidos participando en las marchas, solidaria a pesar de no tener ningún familiar desaparecido.
Durante el II Encuentro Nacional de Comités Civiles para el Diálogo Nacional celebrado en Poza Rica, Veracruz, en marzo de 1996, Antonieta Rendón, al lado de Paz Carmona, Agueda Ruiz, Liza García de León, Teresa Rendón, Ligia García, Mónica Bucio, Amarela Varela, Carolina Consejo, Beatriz Zalce, Magdalena Hernández, Priscila Pacheco y otros compañeros más, forma parte de la comisión especial de formación y promoción del FZLN, para luchar por una paz justa y digna.
Su lucha se interrumpe al morir el 23 de diciembre de 2002 a la edad de 48 años, por una peritonitis, en la ciudad de México. Pero lega su ejemplo y lucha por el reconocimiento de los derechos humanos de las y los indígenas a las y los mexicanos.
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