La Cámara de Diputados aprobó ayer por 47 votos a favor y 40 en contra una iniciativa de ley para permitir a cualquier mujer interrumpir voluntariamente un embarazo no deseado hasta 12 semanas después de la concepción.
La Ley de Salud Reproductiva deberá ahora ser aprobada o rechazada por el Senado. El presidente Jorge Batlle amenazó semanas atrás con vetarla, de ser aprobada, facultad que le permite la Constitución. En Uruguay, el aborto ha estado penalizado durante los últimos 64 años.
En su edición de hoy, el periódico local La República da cuenta de que el debate sobre la despenalización del aborto provocó fuertes divisiones aun al interior de los propios partidos políticos representados en la Cámara de Diputados.
En el partido Colorado Oficialista, explica el medio, el legislador Tabaré Hackenbruch votó en contra y denunció que hubo grupos no identificados que presionaron a los legisladores y dieron «muestra de intolerancia y falta de democracia».
En tanto su colega Glenda Rondán, del mismo partido, votó a favor y fue una de las que impulsó esa ley, pese a su condición de católica practicante.
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