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Arranque parejo en la vida lejos de la meta

Por Mónica Pérez Zúñiga

Cuando usted termine de leer los dos primeros párrafos, en el mundo habrá ocurrido una muerte materna y para cuando termine este día en México habrán muerto cuatro mujeres por la misma causa.

Detrás de la muerte de cada mujer por causas relacionadas con la maternidad se ocultan crisis sanitarias «invisibles», además de injusticias sociales como la pobreza y la falta de seguridad social, una prueba es que entre las mujeres indígenas, esta mortalidad es tres veces más alta que para el resto de las mexicanas.

La defunción de mujeres mientras están embarazadas o dentro de los 42 días siguientes a la conclusión de su embarazo, es uno de los indicadores más claros de desarrollo, según la Organización Mundial de la Salud.

El programa del gobierno federal Arranque Parejo en la Vida (APV) tiene como objetivo garantizar un embarazo saludable, un parto seguro y un puerperio sin complicaciones a todas las mexicanas, así como disminuir la muerte materna con prioridad en las regiones de mayor incidencia y número de defunciones.

APV se puso en marcha en 2002, su meta para 2006 es reducir 35 por ciento la tasa de mortalidad materna en relación con la tasa registrada en el 2000, pero la meta se vislumbra lejana a un año de que termine la administración de Fox, como lo demuestra Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

El programa APV diseñó una red integrada por servicios de salud y de apoyo social. La red de salud, incluye la atención en el primer nivel, clínicas sí mujer y hospitales sí mujer, el objetivo detectar los embarazos de riesgo y canalizarlos de manera oportuna.

NACER EN OAXACA, CHIAPAS Y GUERRERO

El riesgo de morir por embarazo, parto o posparto es tres veces mayor para las mujeres indígenas que para el resto de las mexicanas, según una investigación coordinada por Gisela Espinosa Damián, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana.

La investigación advierte que en Guerrero la tasa en comunidades indígenas es de 283 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, mientras la tasa estatal es de 70, en Chiapas la tasa en zonas indígenas asciende a 110. En Oaxaca la tasa global es de 58 defunciones maternas y en localidades indígenas es de 120.

En Oaxaca, Martha Castañeda, del Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población, señala que la meta de Arranque Parejo en la Vida (APV) es reducir 30 por ciento la tasa de 61 reportada en 2000 y alcanzar una de 47 en 2006.

Entre 2002 y 2003, el análisis muestra que 58 por ciento de las defunciones ocurrieron en el hogar, en el centro de salud o en el trayecto al hospital y esto se debe a que las mujeres no tuvieron acceso a un hospital con capacidad resolutiva.

Castañeda afirma que APV pretende apoyarse en la insuficiente infraestructura sanitaria existente, pues 88 por ciento de las localidades atendidas por la Secretaría de Salud del estado no cuentan con clínicas.

De éstas sólo al 67 por ciento llega una brigada médica una vez al mes y 32 por ciento de las localidades no cuentan siquiera con este servicio. En todo el estado sólo el Hospital Dr. Aurelio Valdivieso, ubicado en la capital, está certificado como Hospital Sí mujer.

En Chiapas, según la investigación de Graciela Freyermuth, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Sureste, sobre mortalidad materna en la región de los Altos la situación no es muy distinta.

En ese estado, son dos las regiones prioritarias: la región de los Altos que en 2003 presentó 29 por ciento de las defunciones maternas totales del estado, y la jurisdicción sanitaria de Comitán, ésta última debido a los escándalos de muertes neonatales en 2001.

En noviembre de 2003, el Instituto de Salud elaboró una relación de siete Clínicas Sí Mujer en los municipios de los Altos de Chiapas, excepto en San Cristóbal de las Casas, y en enero se aplicó una encuesta al personal. El resultado mostró que sólo una tercera parte se sentía capaz de reconocer y manejar las urgencias obstétricas.

Por otra parte, según la investigación del doctor David Meléndez, en la Costa Chica, de Guerrero, conformada por 14 municipios de alta marginación y con los mayores índices de mortalidad materna del estado, en ningún centro de salud hay transporte de AME y tampoco existen posadas.

En la región hay cuatro Clínicas Si Mujer, tres cuentan con ginecólogo y anestesiólogo en el turno matutino y una, ubicada en San Luis Acatlán, que concentra el mayor número de muertes maternas del estado sólo con anestesiólogo.

Hermelinda Tiburcio, integrante de la Coordinadora Guerrerense de Mujeres Indígenas, advierte que en ese municipio murieron ocho mujeres en 2004 y dos en lo que va de 2005.

Nellys Palomo, de la organización civil Kinal Antzetik, explicó a Cimacnoticias que en 2004 a San Luis Acatlán se le asignaron sólo 76 mil pesos por parte de APV.

MUERTE MATERNA FRENTE A LA MODERNIDAD

Mercedes tiene 32 años, presenta un embarazo de alto riesgo. Desde que le confirmaron que sería madre por cuarta ocasión, su médico particular advirtió que la placenta podría desprenderse antes de tiempo y provocarle preclampsia o hemorragia.

Por esa razón, acudió al Hospital de Perinatología (HP) donde ha recibido atención desde el mes de noviembre del año pasado. Afirma que el trato ha sido adecuado, tiene información sobre lo que sucede con su cuerpo y de los riesgos que corre.

Pero Sandra, adolescente de 17 años, no corrió con la misma suerte. En el HP le negaron el servicio, al parecer, debido a que según los requisitos, no tenía antecedente de dos o más abortos.

La entrevistada relata que a los 16 años se embarazó y a los seis meses, tuvo un aborto. En diciembre pasado, se enteró que estaba embarazada y acudió al HP.

«Hice fila desde las tres de la mañana y estando formada, me desmayé, me golpee la cabeza y me lastimé las rodillas. Me llevaron a urgencias, pero ahí sólo dijeron que volviera a la fila. Cuando pasé a la consulta, el médico comentó que no podían atenderme, porque mi embarazo no era de alto riesgo», afirma.

Ahora Sandra se atiende con un médico particular que le cobra 100 pesos por consulta cada ocho días, sufre fuertes dolores de cabeza y está perdiendo peso.

El HP es parte del Instituto Nacional de Perinatología (INPER). En él se atiende a mujeres que no cuentan con ningún tipo de seguridad social con embarazos de alto riesgo o problemas ginecológicos que requieren atención especializada.

En entrevista con Cimacnoticias, el Subdirector de Educación Profesional del INPER, Carlos Neri Méndez, atribuyó la muerte materna a cuatro elementos principales como son la falta de información, de recursos económicos, de cobertura de los servicios de salud y de control prenatal.

El médico sostuvo que las principales causas de muerte materna en todo el mundo o los llamados «jinetes del Apocalipsis de la obstetricia» son las hemorragias, infecciones y preclampsia o hipertensión provocada por el embarazo, todas prevenibles.

No obstante, dijo que en 28 años de existencia, el HP ha enfrentado 112 muertes maternas y en lo que va de 2005, una. Este hospital atiende entre 20 y 40 nacimientos al día. De los 35 o 45 procesos quirúrgicos que se realizan, 80 por ciento son nacimientos.

Neri Méndez dijo que por lo menos la mitad de estos partos fueron embarazos de alto riesgo, es decir, donde la vida de la madre o del producto estuvo en peligro.

Así, para muchas mujeres mexicanas, la institución donde atienden su embarazo, parto o las complicaciones del mismo, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, como lo es la pobreza y la falta de clínicas en sus comunidades.

NUMERALIA

• En el mundo cada minuto muere una mujer por causas relacionadas con el embarazo o el parto.
• El 70 por ciento de todas estas defunciones se deben a cinco factores.
• Hemorragias (24 por ciento), infecciones (15 por ciento), abortos (13 por ciento), hipertensión arterial (12 por ciento) y parto obstruido (8 por ciento).
• Casi 99 por ciento de las defunciones maternas se producen en países con ingresos medios y bajos y en todo el planeta.

FUENTE OMS

• En México cada año se embarazan casi 2.5 millones de mujeres, pero alrededor de 370 mil partos no se atienden en instituciones de salud públicas o privadas.
• Todos los días se registran cuatro defunciones maternas, la mayoría por causas prevenibles que en conjunto representan 68 por ciento del total de las defunciones.

FUENTE PROGRAMA ARRANQUE PAREJO EN LA VIDA


2005/MP/SJ

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