Dos de los emigrantes, entre ellos una mujer, que fallecieron en un tiroteo la madrugada del pasado jueves en Tucson, Arizona, no eran centroamericanos sino indígenas triquis, confirmaron familiares de las víctimas.
Los indígenas oaxaqueños, Juana Juárez González y César Mora López eran originarios de San Andrés Chicahuaxtla y San Isidro de Morelos, respectivamente, y habían emigrado en busca de un mejor destino en el vecino país del norte, señalaron sus familiares Rogelio Salomón y Emeterio López Santiago.
El Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) informó que apoyará a las familias con el traslado de los cadáveres, cuyo costo se estima en unos 40 mil pesos, luego de que las autoridades policíacas de Estados Unidos concluyan las investigaciones.
Rogelio Salomón contó que su cuñada Juana, de 40 años, salió este mes de febrero de San Andrés Chicahuaxtla y con su muerte dejó en la orfandad a tres niñas, de siete, cinco y tres años de edad.
Como otras mujeres triquis, Juana había decidido ir a Estados Unidos, como lo había hecho su marido anteriormente, en tanto las niñas se quedaron al cuidado de la abuela, quien ahora no sabe qué va a pasar.
César Mora, el otro emigrante asesinado en el tiroteo, salió también de su comunidad agencia de Putla de Guerrero, «porque el campo no deja ni para comer», relata su tío Emeterio López Santiago, también entrevistado en el IOAM.
De acuerdo con la dependencia del gobierno estatal, con estas dos muertes suman 28 las ocurridas a oaxaqueños en los últimos seis meses.
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