El Parlamento Europeo (PE), aprobó una resolución en la que se indica que las mujeres víctimas de violencia, que reciban una orden de protección en su país de residencia, será valida en toda la Unión Europea (UE)
Según cifras de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), en la UE, sólo en 2008, se dictaron 118 mil medidas de protección para víctimas de delitos; sólo en España, de 2005 hasta el segundo trimestre de 2008, se han adoptado 83 mil 968 medidas de este tipo.
Información del PE, señala que dicha resolución aprobada la segunda semana de diciembre, tiene como fin proteger a las víctimas o posibles víctimas, de actos delictivos que pongan en peligro su vida o su integridad física, psicológica, sexual, así como su dignidad o libertad personal.
Se busca impedir el acoso, secuestro, el acecho y cualquier otra forma de coerción indirecta, así como a evitar nuevos actos delictivos o reducir las consecuencias de los cometidos anteriormente.
La iniciativa que aún falta que sea aprobada por el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE, cuenta con el respaldo de 17 de los 27 países de la UE.
Entre los países opositores a la aprobación se encuentran: Alemania, Gran Bretaña, Austria, Hungría, República Checa, Eslovenia y Letonia.
La medida fue impulsada por el gobierno de España, para asegurar que una víctima que es beneficiaria de una medida de protección en su país de origen, como lo es una orden de alejamiento del agresor, reciba el mismo grado de protección en otro país.
La iniciativa advierte que sólo se podría dictar una orden europea de protección previamente adoptada en un Estado miembro así como órdenes de alejamiento, prohibición de ir a lugares que frecuenta la persona protegida, o de mantener cualquier tipo de contacto con ella.
Las autoridades del país de acogida de la víctima no estarían obligadas a aplicar siempre la misma medida del Estado que emite la orden, sino que tendrían un margen discrecional para adoptar una similar.
La orden de protección, que empezó siendo una directiva destinada, sólo para las mujeres víctimas de violencia, se abrió a la inclusión de otras víctimas, como las de terrorismo, con especial atención a las y los menores de edad.
Las estadísticas muestran un panorama desolador en relación con las consecuencias de la violencia contra las mujeres. En 2002 el Consejo de Europa adoptó una recomendación en la que declaraba la violencia contra las mujeres como una emergencia de salud pública y como causa mayor de muerte y discapacidad de mujeres entre 16 y 44 años de edad.
En un informe del Banco Mundial, se estimaba que la violencia contra la mujer era una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad de procrear tan seria como el cáncer y una causa de mala salud más frecuente que los accidentes de tráfico y la malaria juntos.
Según información de la Organización de las Naciones Unidas, al menos una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, coaccionada sexualmente o ha sufrido otro tipo de abuso en su vida.
La violencia contra las mujeres y las niñas es un problema con proporciones de epidemia, quizá la violación de los derechos humanos más generalizada de las que conocemos hoy en día. Destroza vidas, rompe comunidades y detiene el desarrollo, afirma Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas.
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