Dentro de los efectos nocivos por hormonas que se presentan en los seres humanos hoy en día, factibles para que una persona enferme de cáncer, está la presencia de los xenoestrógenos.
Pero, ¿qué son los xenoestrógenos? Son sustancias químicas que se encuentran en el medio ambiente y compuestos químicos artificiales que tienen un efecto estrogénico, ya sea porque tienen una estructura química similar a los estrógenos o porque afectan la actividad de las hormonas sexuales por una vía indirecta.
Una de sus características es que son difíciles de evitar en un ambiente moderno, por lo que es muy probable que se ingieran en grandes cantidades durante largos períodos de tiempo.
El grupo más común de los productos químicos son los ninefilos policlorados (PCB) y los organoclorados y se encuentran en fuentes que incluyen: plaguicidas, herbicidas, la contaminación generada por los automóviles, los combustibles, algunas drogas, el policarbonato de los pañales de bebé y los envases para comida de vidrio.
Así lo explica el libro «Cáncer y estilo de vida», escrito por el doctor inglés Robert Thomas y las doctoras mexicanas Laura Suchil y Emma Verástegui, quienes trabajan el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) en temas relacionados con pacientes que tuvieron cáncer o están en tratamiento.
Respecto a las mujeres y el riesgo de cáncer de mama señalan que la Dra. Devra Lee Davis, una toxicóloga y otros investigadores de cinco centros académicos de Estados Unidos, «han demostrado que el mismo efecto estrogénico producido por contaminantes en nuestro medio, puede mostrarse en ratones de laboratorio, y que esto es capaz de inducir y promover el cáncer mamario».
Otro ejemplo se expone en el libro, un estudio realizado en 1993 en el que se demostró que los monos Rhesus desarrollaban un engrosamiento de útero y endometriosis –aparición y crecimiento de tejido endrometrial fuera del útero– después de haber sido alimentados por cuatro años con alimentos que contenían dioxina, un xenoestrógeno.
Es interesante el comentario que las autoras y el autor de «Cáncer y estilo de vida» hacen con relación a este tema y sus efectos en varios sentidos para: el cáncer, la fertilidad de mujeres y hombres y la sexualidad.
«Llama la atención que la incidencia de endometriosis, hace 70 años cuando el ambiente estaba libre de contaminantes estrogénicos, era muy rara. En contraste, actualmente se reportaron 5.5 millones de casos tan sólo en Estados Unidos.
«Tanto los endocrinólogos (especialistas en las glándulas endocrinas, como los ovarios y testículos) como los biólogos de la reproducción, han sugerido que la exposición prolongada al xenoestrógeno podría ser el mecanismo subyacente responsable del aumento de la endometriosis, los fibromas, la infertilidad y el cáncer de mama en las mujeres».
En el caso de los hombres estos son los efectos.
«Muchos científicos creen que los contaminantes estrogénicos son responsables de la disminución en la producción de espermatozoides y el aumento de disfunción sexual por la disminución en la producción de testosterona, y posiblemente el aumento en la incidencia de cáncer testicular».
Acerca de los efectos para las mujeres, de sustancias que se encuentran en algunos desodorantes y cosméticos, hablaremos en la próxima entrega.
* Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt e instructora asociada del Sistema Tao Curativo.
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