Un disparo cerca de las viviendas de las y los hijos de la señora náhuatl presuntamente victimada por elementos del ejército, Ernestina Ascencio, enturbió aún más el clima de tensión que se vive en la comunidad de Tetlacinga y desde este fin de semana un total de ocho elementos de la Policía Auxiliar resguardan a la familia la cual teme por su vida.
De acuerdo al reporte de los lugareños y de las autoridades municipales, la madrugada del sábado se escuchó una única detonación, y ello sirvió apara alertar a la población sobre la presencia de personas armadas que probablemente trataron de amedrentar a la comunidad. A la mañana siguiente vecinos del lugar se dieron a la tarea de buscar algún indicio del disparo, localizando a escasos 15 metros de las casitas de la familia Inés Ascencio un casquillo de bala de bajo calibre.
Y aunque la familia no quiso hacerlo, las autoridades municipales de inmediato denunciaron el hecho y, por instrucciones del ejecutivo estatal Fidel Herrera Beltrán, se canalizó personal del Instituto de Policía Auxiliar (IPAX). De esta forma ocho elementos y dos patrullas resguardan el domicilio de las y los hijos de la señora náhuatl victimada el pasado 25 de febrero presuntamente por militares.
Por otro lado, un hecho que mucho ha molestado a la comunidad de Soledad Atzompa y que fue motivo de reclamos este día, fue la presunta reunión que las tres hijas y dos hijos de doña Ernestina sostuvieron de manera privada el pasado viernes con funcionarios del gobierno estatal y federal en la ciudad de Xalapa, y en donde a decir de la reportera Norma Trujillo, la reunión sería para pedir dinero.
«Venimos a pedir dinero, a pedir apoyo», expresó uno de los vástagos hospedado en la habitación 313 del Hotel México de la capital del estado. Sin embargo, también reconoció el hijo de la agraviada que ello no cambiaría su exigencia de justicia y castigo a los responsables de la muerte de su señora madre.
Por su parte, el presidente municipal de Soledad Atzompa, Javier Pérez Pascuala, dio a conocer que existe inconformidad entre la población por la actitud del dirigente de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica, René Huerta Rodríguez, quien obstruye todo diálogo de las y los hijos de doña Ernestina con los medios de comunicación, con los pobladores de la misma comunidad, integrantes de agrupaciones civiles que les brindan ayuda e incluso con las propias autoridades municipales.
Expresó que por su actitud tal pareciera que mantiene un interés oculto por minimizar el asunto y lograr que la familia desista de su solicitud de justicia; y es que al obstaculizar el proceso y las indagatorias se ha perdido mucho tiempo, opinó Pérez Pascuala.
07/LC/GG/CV
