«El sufrimiento migratorio» es el título del editorial de hoy del New York Times (NYT), en donde no solo informa del «terror» que vivieron 300 trabajadoras y trabajadores indocumentados que fueron detenidos por autoridades migratorias en la fábrica de cuero de New Bedford, Massachussets, sino también de la urgente y decente necesidad de que haya solución al «enconado debate migratorio», porque la alternativa no está en cometer el error garrafal de castigar el status quo, ya que eso «es un camino de sufrimiento».
Describe el rotativo la escena en donde una niña está llorando, porque las fuerzas del orden la arrancaron del regazo de su madre, obrera de Bedford, mientras era amamantada. Deshidratada fue conducida a un cuarto de emergencias.
Así serán seguras las fronteras de la nación, dice el editorial. Su mamá y otros 300 trabajadores de la fábrica de cuero de New Bedford fueron aterrorizados, amagados con pistolas y perros, mientras sus hijos quedaban abandonados en las escuelas. Es así como el país notará que la administración de Bush respeta seriamente las leyes migratorias.
Decenas de miles de pobres americanos carecen de papeles legales de ciudadanía y les han negado servicio médico. Y ni un centavo hay para el Medicaid para inmigrantes indocumentados.
Así, mientras el país espera que el Congreso y el presidente promulguen la reforma migratoria, «la indecencia policíaca existente se vuelve intolerable».
La «creciente underclass, esta aquí, aumentando en un estado de sufrimiento y miedo», dice el NYT.
Estados y localidades, ante la falta de acción del Congreso, están aplicando sus propios regímenes. Los dueños de los campos de sembradío, están preocupados por la ruta que los trabajadores inmigrantes están tomando entre las sombras.
En tanto, en Colorado ya tienen una solución: reemplazarlos con prisioneros.
El senador Edward Kennedy «está furioso», después de su visita a New Bedford, donde en el sótano de una iglesia escuchó las historias de la separación de familias y de niños enfermos.
Esto le dio impulso para redactar una nueva propuesta migratoria. Además de que se está movilizando muy rápidamente para reintroducir, y que pase, la propuesta por el Comité Judicial del Senado.
El senador Kennedy, continúa el NYT, claramente cree que es urgente y prioritario contar con una coalición bipartidista para subirse nuevamente al «carro» de la reforma migratoria y resolver los problemas cuando el «carro» está en movimiento. Sus frustraciones son entendibles, pero tendrá que trabajar muy duro y estar seguro de que él y la propuesta no comprometan mucho.
Tendrá que hacer mucho, sobre todo porque la propuesta del senador Arlen Specter es muy preocupante, ya que parte de sus medidas son «crueles» y fueron aprobadas por la Casa Blanca.
Incluye acciones «draconianas», como agilizar las deportaciones de los inmigrantes y negarles protección en las cortes. También pretende la arbitrariedad de dejar afuera a quienes ingresaron al país después del 2004.
La reforma migratoria tiene un carácter de urgente y, como sea, debe de ser una reforma que combine la seguridad de las fronteras, de los centros de trabajo, con la diligente protección de los derechos de los y las trabajadoras, dándoles el camino para la ciudadanización de los que trabajan aquí.
07/LP/GG
