Con nueve casos de un total de 56 en el país desde el 2007, el estado de Chihuahua tiene el primer lugar en asesinatos de periodistas y es, por lo tanto, el peor lugar para ejercer este oficio.
De esta manera se expresaron ayer organizaciones especializadas, como el Centro de Periodismo y Éticas Públicas y Reporteros sin Fronteras, durante las Quintas Jornadas de Periodismo del Colegio de Periodistas del Estado de Chihuahua, llevado a cabo en esta capital con sede en el Museo de la Lealtad Republicana (Casa de Juárez).
En ese tenor, y en voz de su representante, las y los periodistas juarenses, quienes están en el epicentro de la lucha entre los cárteles de la droga, y en un lugar donde ha ocurrido la mayor parte de los crímenes y agresiones en contra de trabajadores de los medios de información, recordaron el primer aniversario del asesinato de Armando Rodríguez Carreón.
«Dónde está la tan afamada fuerza del llamado cuarto poder», preguntó Jesús Meza Vega, presidente de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. «Por qué no funciona ese poder a la hora de exigir justicia para periodistas victimados, inquirió el ponente.
A un año del asesinato de Armando Rodríguez, quien fuera reportero del «Diario de Juárez», se informó que las y los periodistas juarenses se encuentran realizando un serio ejercicio de reflexión; se han dado cuenta de que tienen que dejar de concebirse a ellos mismos como una casta privilegiada y desarrollar, por el contrario, un trabajo cada día más profesional que los identifique con la gente, con los ciudadanos de a pie.
En el encuentro, organizado por el Colegio de Periodistas del Estado de Chihuahua, Meza Vega urgió a sus colegas para que asuman en serio el compromiso de profesionalizarse y defender las causas del gran público, porque sólo así podrán recibir el apoyo de la sociedad cada vez que el gremio sufra una agresión o, como en el caso de Armando Rodríguez, «El Choco», el asesinato más artero.
Expresó que, en la práctica, las reporteras y los reporteros se encuentran a merced de la injusticia y la impunidad, igual que el resto de las ciudadanas y los ciudadanos, en tanto que el verdadero cuarto poder son las empresas periodísticas, cuyos intereses no siempre coinciden con la defensa de sus empleados.
Junto con Jesús Meza hubo otras dos conferencistas: Balbina Flores Martínez, corresponsal de la organización Reporteros sin Fronteras, y Elia Baltazar, directora del programa Libre Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET), invitadas también en este miércoles para la primera de tres jornadas de comunicación de este año.
En los últimos cinco años, la impunidad en los crímenes contra reporteras y reporteros ha aumentado en 244 por ciento en todo el mundo; México no es la excepción al ser el país más peligroso para ejercer esta profesión, aseguró aquí Balbina Flores Martínez, corresponsal de Reporteros sin Fronteras en nuestro país.
«Ustedes sabrán aquí mejor que nadie en Chihuahua de esto», dijo Balbina Flores. «Del temor y del terror que causan las desapariciones y los asesinatos de periodistas».
Y ante la inexistencia práctica de la Fiscalía Especial de Atención a Agresiones contra Periodistas, exhortó a los periodistas chihuahuenses «a asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos, a asumir nuestra responsabilidad como periodistas, a presentar nuestras propuestas, nuestras exigencias al gobierno».
Asimismo, demandó «que se forme una sociedad más activa, con medios de información más exigentes y periodistas más críticos».
09/LDL/YT/GTR
