La organización El Poder del Consumidor (EPC) demandó a las autoridades mexicanas que los juguetes procedentes de China sean fumigados para que no contengan chinches, tal como lo solicitó también en Estados Unidos el Comité Nacional del Trabajo está solicitando al Departamento de Aduanas.
Esta advertencia la hicieron los dos organismos tras descubrir una epidemia de chinches en varias fábricas. En México, EPC afirma en un comunicado que esa podría ser una de as causas de las plagas de chinches que se han venido presentando en varias ciudades y en escuelas de la Ciudad de México.
Advierte también EPC que en las fábricas chinas son jóvenes trabajadoras y trabajadores quienes elaboran juguetes para las empresas Disney, Hasbro y RC2 Toys (incluidas las muñecas Bratz) bajo condiciones laborales consideradas de «esclavitud moderna».
Por ejemplo, en factorías de Dawei y de Yonsheng: Los trabajadores laborande 93 a 96 horas a la semana, con jornadas de 13 a 15 y media horas, los siete días de la semana.
Las horas extras son obligatorias. Cualquier trabajadora o trabajador que no cumpla con ellas pierde tres días de salario. Las y los trabajadores reciben de 36 por ciento a 40 por ciento menos del salario que deberían recibir legalmente.
Trabajan y duermen a 35 grados, empapados en su propio sudor. Y en cada habitación duermen de 8 a 24 personas, en literas infestadas de chinches.
«Las empresas deberían informar de qué fábrica proceden sus juguetes para que los consumidores podamos elegir los juguetes sabiendo si somos cómplices de formas de explotación o destrucción ambiental o nos solidarizamos con formas de producción más justas y sustentables», demandó Alejandro Calvillo, director de EPC.
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