«Las diferencias culturales y religiosas no debieran autorizarles a pasar por encima de los derechos humanos de las personas, mucho menos por el más importante de los derechos, que es el de la vida», aseguró Karen Quintero, presidenta de Transgénero Hidalgo, AC sobre la condena a muerte de 20 personas iraníes, acusadas de «homosexualidad».
Transgénero Hidalgo es una organización de la sociedad civil en el estado que agrupa a las trabajadoras sexuales transgenéricas.
«La homofobia y los crímenes de odio por intolerancia a la diversidad sexual persisten en todas las sociedades, pero los casos en que son los propios gobiernos quienes les aprueban y promueven, merecen especial atención y acción por parte de la sociedad civil de todo el mundo», dijo Quintero.
En el marco del operativo gubernamental «Limpieza de Ciudades», el portavoz del Poder Judicial de la República Islámica de Irán, Ali Reza Yamshidi, anunció la semana anterior la condena de veinte personas a la pena de muerte por diversos delitos, entre los cuales está la homosexualidad. De acuerdo al vocero, existe la posibilidad de la ejecución de otras quince personas, cuyos casos serán revisados próximamente en los tribunales.
«Limpieza de Ciudades» se instauró en la capital iraní, Teherán, y otras ciudades como una medida oficial del gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad para limpiar las urbes iraníes de criminales.
Para la activista social por la diversidad sexual en Hidalgo, este programa vulnera «los más elementales derechos humanos. Porque atenta no sólo contra el derecho a elegir la preferencia sexual, sino contra la vida, que es el más elemental de los derechos».
La presidenta de Transgénero Hidalgo, AC comentó que los crímenes por odio se dan en todo el mundo, incluido nuestro país, pero que en este caso las autoridades han mostrado más sensibilidad respecto del tema, y citó como ejemplo los trabajos legales que el poder legislativo federal realiza con las OSC para la implementación de la Ley de Identidad de Género, en la cual se consideran sanciones para actitudes homófobas, que irían desde la discriminación cotidiana hasta los asesinatos.
Respecto del caso iraní, Karen Quintero consideró que si la sociedad civil de todo el mundo se organiza, puede detener estas ejecuciones, tal como ha sucedido con otros casos de violación a derechos humanos, principalmente en países islámicos. «No sólo debemos protestar quienes tenemos una preferencia sexual y genérica distinta a la establecida, sino todas las personas que estén a favor de la vida y los derechos humanos».
No es la primera vez que el gobierno del antiguo reino persa ejecuta personas por homosexualidad. El 19 de julio de 2005, dos jóvenes iraníes fueron ahorcados públicamente en la plaza principal de la ciudad de Mashhad, acusados de confesar haber realizado actos homosexuales.
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