La Federación Internacional de Periodistas condenó el asesinato de la comunicadora nicaraguense Maria José Bravo, corresponsal del diario La Prensa en la ciudad de Juigalpa, a manos de un político fanático del Partido Liberal.
En un comunicado, la Federación se unió al reclamo de todas las organizaciones de periodistas de Nicaragua para exigir a las autoridades nacionales la más exhaustiva investigación para el esclarecimiento del crimen.
«Exigimos el castigo a quienes resulten culpables de este abominable hecho, cometido a una joven madre y profesional de apenas 26 años que se encontraba cumpliendo sus labores profesionales en un centro de cómputo electoral».
Con el homicidio de María José Bravo se suman ya veinte los periodistas asesinados en América Latina, situación que preocupa profundamente a todos los sindicatos del área, de ahí el llamado a las autoridades nicaragüenses a poner un freno inmediato a la violencia contra los comunicadores del país.
Demandaron el cese de presiones y represalias contra periodistas nicaragüenses, como el caso de la reportera Dorisell Blanco del Canal 2 de Televisión, que al igual que como ocurre en la República Dominicana, no cesa la violencia contra los periodistas.
El viernes 12 de noviembre todas las organizaciones gremiales de periodistas participaron en un concierto en homenaje a la periodista asesinada, mientras que la Red de Mujeres Periodistas de Nicaragua se pronunció enérgicamente y se comprometió en apoyar a la familia de la victima, exigiendo a las autoridades correspondientes a que el hijo de María José de apenas 3 años reciba apoyo moral y económico.
2004/HS/LR/SM