El Secretariado Internacional de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) denunció la ejecución de 12 personas de la Comunidad Indígena de los Awá, en el Departamento de Nariño, al sudoeste de Colombia.
Datos proporcionados por la Fundación Desarrollo y Paz (Fundepaz), organización miembro de la red SOS-Tortura de la OMCT, revelan que el pasado 26 de agosto, hacia las cinco de la madrugada, varios hombres desconocidos, armados, encapuchados y vistiendo prendas militares, llegaron a la vivienda de Tulia García Guanga e inmediatamente procedieron a disparar contra las personas allí presentes: además de la dueña de la casa, otras 11 personas, entre ellas seis niños y dejando heridas a otras tres personas.
Las víctimas, familiares de Tulia García Guanga, se encontraban alojadas en la misma vivienda, ubicada en el Resguardo indígena Gran Rosario, en la vía que comunica las ciudades de Pasto y Tumaco, en el Departamento de Nariño. De acuerdo con el organismo internacional, 10 de ellas pertenecían a la organización indígena CAMAWARI (Cabildo Mayor Awá de Ricaurte) y a los Resguardos indígenas de «Vegas Chagüí Chimbuza» y «Milagroso Integrado Cuaiquer Viejo»; hace un mes viajaron al Resguardo indígena Awá Gran Rosario, de Tumaco, en donde se encontraban trabajando. Todos eran parientes entre sí y se habían alojado en la casa de Tulia García Guanga.
El 23 de mayo de 2009 la OMCT denunció el asesinato de Gonzalo Rodríguez Guanga, esposo de Tulia García, quien presenció el hecho y ahora una de las víctimas de esta ejecución colectiva. A partir del hecho, Tulia García Guanga dijo tener la impresión de que quienes mataron a su esposo eran «esos hombres de camuflado», en clara alusión a miembros del ejército. Cabe recordar que las comunidades indígenas se han convertido en objetivo militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes, al igual que los grupos paramilitares, las acusan de ayudar al ejército regular, aunque éste niegue dicha colaboración.
LAS ESTADÍSTICAS
Según la OMCT, en lo que va del presente año han sido asesinados en Colombia al menos 77 indígenas, de los cuales 38 formaban parte de pueblo indígena Awá —en lo que algunos organismos internacionales califican como masacre sistemática– y pese a las afirmaciones del gobierno en el sentido de que se avanza para combatir el crimen y en defensa de los derechos humanos de los pueblos indios, estos hechos demuestran todo lo contrario.
En febrero pasado, por ejemplo, la OMCT denunció el asesinato de más de 20 miembros de la comunidad de los Awá, 17 de ellos del resguardo Tortugaña-Telembí, en Nariño, entre quienes se encontraban varios niños.
Y agrega que al finalizar su visita a Colombia, en julio de 2009, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre pueblos indígenas reconoció como «grave, crítica y profundamente preocupante la situación de los derechos humanos de los indígenas en Colombia». Tal evaluación sigue siendo aplicable hoy en día, pese a algunas iniciativas importantes del Gobierno de Colombia durante los últimos años.
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