En cuatro movimientos, los acordes musicales nos llevarán a transitar por la vida de la Coyolxauhqui, la diosa lunar mexica, hija de Coatlicue. Desde su niñez hasta el combate que sostuvo con su hermano Hutzilopochtli, y su caída por las escalinatas del Templo Mayor, donde yace desmembrada, relató la compositora Leticia Armijo.
Al anunciar el estreno de la obra orquestal «Coyolxauhqui. Réquiem de cuerpo presente», la autora, integrante del Colectivo Mujeres en la Música dijo que junto con la orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), rendirán homenaje el próximo 10 de junio al arqueólogo Felipe Solís (1944-2009).
El arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), participó en el rescate del monolito de Coyolxauhqui en 1978, e identificó su iconografía, señaló Leticia Armijo.
La compositora recordó que cuando fue descubierta la diosa mexica, el grupo feminista al que pertenece se reunía en una casa en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y cuando acudió a conocerla pensó que no era casual que fuera una mujer la descuartizada y no un dios masculino. De ahí tuvo la idea de unificarla a través del arte y escribió esta obra orquestal para ballet y voces.
Dijo que su pieza musical, es una mezcla de técnicas de composición tradicional y contemporánea con un lenguaje latinoamericano. Cuenta con la dirección de Gabriela Alatriste-Díaz, primera mujer mexicana en asumir la batuta de una agrupación.
En la obra «Coyolxauhqui. Réquiem de cuerpo presente» dijo que trabajó un nuevo concepto de nacionalismo, que prevalece entre los compositores de la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI en México.
La pieza musical se estrenará el 10 de junio a las 19:00 horas, en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, del IPN, bajo la batuta de Gabriela Alatriste-Díaz, con Guadalupe Jiménez (soprano), Helena Pata (mezzo-soprano), Alma Zúñia (contralto) y los coros de Mujeres de Chiapas y de los Pueblos Originarios de México.
10/LR/LGL
