¿Por qué cuando pensamos en un producto nuestra mente viaja inmediatamente hacia la tienda y el supermercado?
Si pensamos así y no tenemos suficiente dinero nos enfrentamos a un problema que genera en las personas frustración y enojo ante la imposibilidad de comprar lo que se necesita en la casa, explica la ingeniera química Mayra Vargas López, directora de Promoción y Difusión de las Ciencias y las Artes del Gobierno de la ciudad quien explica que, sin embargo, algunos productos podrían dejar de comprarse en las tiendas y elaborarse en casa.
La propuesta que de manera conjunta realizan la dependencia del Gobierno de la ciudad y el Consejo Democrático consiste en construir ciudadanía a partir de la participación activa de las personas que mediante la capacitación adquieren nuevos conocimientos.
Vargas López, también integrante del Consejo Democrático, señala que una de las ideas fundamentales es crear, mediante esta enseñanza colectiva, una cooperativa, aunque en lo inmediato se busca hacer frente a retos como los que generan nuevas enfermedades, como la influenza humana, que tiene como problema fundamental la falta de aseo, quizá derivado de la escasez de recursos para comprar los productos necesarios para la limpieza.
Por ello, ahora es fundamental enseñar a la gente a preparar los jabones, el gel antibacterial, el cloro y otros productos para limpieza en general con una base en aromas conocidos como el pinol o la naranja.
Vargas López incluso sostiene que las mujeres, que son mayoría en estos talleres de capacitación sobre cómo elaborar artículos de limpieza, podrían más adelante prepararlos no sólo para sus casas sino también para comerciarlos a bajo costo.
La ingeniera química añade que además de los conocimientos para preparar desde uno hasta cien litros de un mismo producto, es importante decirles cómo deben preservarlos, la medidas de seguridad y los cuidados que deben observar con el uso de reactivos para evitar daños colaterales a la salud.
A través del Consejo Democrático, que dirige Jorge Círigo Vásquez, se establecen comités en las colonias y se capacita a grupos que a su vez pueden y deben replicar las enseñanzas entre sus integrantes.
Vargas López afirma que el ahorro es significativo, pues mientras en el mercado un litro de cloro tiene un precio de ocho pesos, cuando se elabora en casa el costo se reduce sólo a dos pesos, porque se pueden reciclar envases y se etiqueta con un papel y un plumón.
Así, las personas aprenden que muchas veces lo que se adquiere en el mercado tiene un costo 80 por ciento más alto, dada la publicidad con que se les promueve; lo que pagamos es la imagen que vemos en la televisión, con promesas comerciales que muchas veces no se cumplen.
Guadalupe García, residente de la colonia Xochimilco, explica emocionada que nunca hubiera creído que elaborar cloro o gel antibacterial fuera tan fácil: «muchas veces creía que eran productos caros porque implicaban otra cosa, más conocimiento o enormes maquinarias, ya vimos que no es así», explica tras terminar un curso donde la enseñaron a elaborar estos productos.
Por su parte, Elia Pérez, de la colonia Reforma Agraria, sostiene que en su caso no sólo aprendió a elaborar pinol, cloro, gel antibacterial sino que los utiliza en su casa. «Me parece muy bien, dejan la ropa y la casa limpias y nos ayudan bastante. Comparando los precios, resulta mucho mejor ya que, por ejemplo, el cloro nos sale a dos pesos y en el comercio cuesta entre ocho y diez pesos; entonces, nos ahorramos algo de dinero», comenta.
Aprendemos a elaborar estos productos, los utilizamos y comprobamos que sirven en la limpieza de la casa pero, sobre todo, nos preparamos para que si regresa la influenza humana «no nos agarre desprevenidos». Incluso, piensa, esta capacitación podría servir para generar empleo.
Yo estudié sólo primaria. He aprendido a hacer jabón en pasta, eso es muy importante para mí, concluye Elia, quien coincide con Bellaney Pérez, del fraccionamiento Lomas de Nazaret, y Delfina Guzmán, su vecina.
En suma, estamos actuando para tomar medidas de prevención frente a enfermedades comunes y, por otro lado, ante la crisis, al facilitar la adquisición de los mismos, porque con lo que se paga en la tienda de la esquina por cada litro podemos elaborar tres, explica la ingeniera y responsable del proyecto dentro del Consejo Democrático.
09/SJE/LG